La búsqueda de algún compuesto que pueda remediar este mal sigue siendo de gran relevancia en el mundo científico.
La búsqueda de algún compuesto que pueda remediar este mal sigue siendo de gran relevancia en el mundo científico.
El mar es fuente de vida desde siempre y ahora es proveedor de elementos que ayudan en el tratamiento de enfermedades como cáncer, sida o Alzheimer, en lo que constituye una acción natural frente a estos males y abre las puertas a una nueva área en farmacología, según investigaciones del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav).
Martha Morales Ríos, investigadora del Departamento de Química del Cinvestav, apunta que “en el laboratorio hemos llevado a cabo la síntesis de algunos metabolitos de origen marino y se ha probado que regulan a las sustancias que transmiten los mensajes entre las neuronas, constituyéndose en agentes de interés terapéutico en enfermedades como el Alzheimer”.
Ejemplos a la orden
Entre los compuestos marinos de interés farmacológico están los briozoarios, animales invertebrados que crecen en agua fría y que son estudiados desde hace 15 años, pero de los que poco se conoce en relación a su aporte farmacológico.
Estos animales tienen en su estructura la sustancia briostatina, que en fase clínica se utiliza como un agente anti-cáncer, de igual forma se encuentra el Priatl, péptido marino aprobado en 2004 como sustituto analgésico en pacientes terminales de cáncer y sida.
Estos compuestos no son tóxicos en la administración a humanos, explica la experta, quien señala: “Caso contrario a la fisostigmina, semilla de origen terrestre que, a pesar de que inhibe las enzimas encargadas de destruir a las sustancias que permiten la comunicación entre las neuronas, no se utiliza en pacientes con Alzheimer debido a su alta toxicidad”.
Esta semilla, nos dice, se encuentra en el oeste de África, y es sumamente tóxica, por lo que inclusive fue utilizada en dicha región con fines de brujería, ya que produce una muerte rápida y sin dolor.
Memorioso hallazgo
Sobre el Alzheimer, la investigadora recuerda que es un problema a escala mundial, ya que a medida que han mejorado las condiciones de vida también lo han hecho las expectativas de ésta, y con ello el riesgo de padecer una enfermedad del sistema nervioso en edad avanzada.
En la actualidad no tiene cura, ya que la mayor parte de los medicamentos son de tipo paliativo (tratan problemas de la enfermedad, pero no el padecimiento como tal), la búsqueda de algún compuesto que pueda remediar este mal sigue siendo de gran relevancia, indica Morales Ríos.
Aún cuando faltan por hacer varias pruebas para comprobar en humanos la efectividad de este nuevo tratamiento, los resultados obtenidos hasta el momento en laboratorio resultan muy prometedores, indicó la investigadora.
La farmacología marina es una ciencia nueva encargada del descubrimiento de compuestos químicos con estructuras únicas, provenientes de organismos tales como algas, esponjas o moluscos, entre otros. De hecho, ha existido un aumento importante de descubrimientos en los últimos años.
Estados Unidos es el principal país en publicar los compuestos marinos bioactivos (polipéptidos, terpenos, esteroides, péptidos, alcaloides). La mayoría de ellos son, principalmente antitumorales, le siguen los antivirales, antibacteriales y antimínticos.
Una de las principales dificultades para recolectar productos marinos es que las sustancias que se aíslan de ellos se encuentran en cantidades muy pequeñas, por lo que la síntesis de estos compuestos en el laboratorio abre la posibilidad de realizar estudios farmacológicos exhaustivos.