El delito se vuelve tentación para jóvenes que no logran empleo.
La oportunidad de ganar dinero fácil sosteniendo una pistola calibre .45 en la mano no le resultó a José Antonio Lugo Ávalos.
Taxista en Gómez Palacio, con 33 años de edad, fue tentado por dos sujetos a quienes llevó un día en su taxi para robar un banco y ganarse 50 mil pesos que, relató, usaría para pagar su auto pues le habían dicho que si no pagaba 10 mil pesos se lo quitarían.
La historia de José Antonio es similar a la de decenas de laguneros que, según testimonios recabados en las últimas semanas, han pensado en voltear al crimen como una forma de sortear la crisis económica que vive la región, como el resto del país.
En su mayoría jóvenes desempleados que pidieron guardar el anonimato por seguridad, las personas entrevistadas por El Siglo de Torreón contaron que han sido tentados por el robo, la extorsión o la venta de droga y en algunos casos han pensado en unirse a algún grupo de crimen organizado.
Raúl, por ejemplo, es estudiante de preparatoria en Torreón con apenas 16 años de edad y uno de sus grandes temores es no poder continuar sus estudios. Últimamente, admitió, ha pensado en unirse a alguna banda criminal. "Creo el desempleo se pondrá peor en unos años", dijo.
Jorge, con 32 años de edad, acaba de ser dado de baja de una corporación policiaca de la Comarca Lagunera que pidió no identificar. Tras varios años de trabajo, contó, lo despidieron por indisciplinado y ahora debe mantener a su esposa e hijos. El dinero de la liquidación lo gastó en pagar deudas.
Hace poco recibió el ofrecimiento de robar a mano armada, pero dice que no aceptó la propuesta. "Mi esposa puso el grito en el cielo, lloró y se preocupó mucho".
Pero confiesa que el crimen aún es tentador. "Hay días que no duermo pensando qué voy a hacer. Me cae que está bien canijo sobrevivir sin trabajo porque nadie te quiere echar una mano".
José Antonio, Raúl y Jorge, así como otros entrevistados, viven en la intersección de los dos principales problemas que aquejan a la Comarca Lagunera: la inseguridad y la crisis económica.
En los últimos meses, ante el aumento de la violencia y de delitos como el robo, el asalto, el secuestro y la extorsión, el clima de impunidad ha llevado a muchos a pensar en delinquir sin consecuencias.
Algunos admitieron que ya han cometido delitos para sacar dinero. Uno de ellos, que se identificó como Roberto, dijo que hace unos meses, estando drogado, robó una casa. "La vaciamos", relató, pero añadió que al vender lo robado no le alcanzó para los gastos de su casa.
José Antonio Lugo está ahora en la cárcel, detenido el 13 de febrero por participar en el robo a un Bancomer en calzada Colón.
"Me da pena por mis hijos", dijo cuando fue entrevistado en el Cereso. Fue el único que permitió revelar su identidad.
Raúl dice que él no quiere ceder a la tentación. "Creo que las autoridades deberían de ayudar a los jóvenes para que consigamos un buen trabajo cuando terminemos de estudiar porque si no al rato serán más los que anden robando y cometiendo crímenes en las calles".