Luego del festín de futbol que se vivió en el Corona hace tres días, hoy la afición se volcó para de nueva cuenta apoyar a sus Guerreros y demostrar que el pueblo albiverde está más unido que nunca. Y para muestra, el primer tanto de Santos Laguna cayó a los dos minutos con 27 segundos, mostrando que este equipo tiene hambre de ser mejor y que sus seguidores le retribuyen con su apoyo total. Apenas el Cruz Azul, que traía a un par de mimos (Villaluz y Torrado), se acomodaba para buscar hacer daño en la portería de Becerra.
En las tribunas los cantos de todas las porras anunciaban que esta tarde iba a ser de alegría y júbilo, como ya es casi una costumbre. La parcela azul en Sombra Norte intenta hacer un poco de ruido para no asustarse por los embates de un Santos vertiginoso.
Parecía que el árbitro estaría a la altura, pero en los últimos minutos del primer tiempo fue un desastre. "Chucho" Benítez quiere mostrarse para dejar un buen sabor de boca, porque el llamado de Europa es más fuerte.
Vuoso, Benítez y Hachita hacen que la defensa de Cruz Azul por momentos se vea rebasada y en más de una ocasión es gracias al poste o a un tiro desviado que se salvan.
Pero un tiro de Landín que no controló Becerra, hace que el delantero celeste celebre con un salto mortal. Al final, un primer tiempo hace resurgir los gritos y bailes de la porra cruzazulina.
Un reconocimiento a las mujeres guerreras en su día, para que las Guerreritas tomaran la cancha para bailar y darle el toque femenino a la jornada.
Lejos de su costumbre, Santos inicia atacando el marco rival desde el inicio. Y rápido se ve recompensado su planteamiento, con un desborde del "Guti" Estrada, que centra a la llegada de Benítez. El árbitro se guarda por un momento las tarjetas, pero sólo las sacará para los albiverdes. Becerra rectifica y saca un gol cantado de Landín. La gente protege a sus Guerreros de las decisiones arbitrales, metidos en juego. Rafa Figueroa como siempre atento a la jugada, manejando la defensa con un Juan Pablo Santiago que se ve maduro y con una idea.
Vuoso reclama un juego peligroso y después sufre una falta, para que el árbitro Fabián Delgado no marque nada. Al final sale de cambio el "Toro" y se lleva una gran ovación que no lo calienta, pero sabe que hizo su esfuerzo.
El equipo de Santos es otro, la afición se lo agradece con un grito de ¡Santos, Santos!, pero no se confían. La porra celeste se come las uñas, no sabe qué hacer, si gritar o esconderse.
El respetable reprueba la salida de "Hachita" y abuchea a Torres, casi le da un respiro Daniel a Galindo con la entrada de Paco. Y la muestra no se hace esperar, un balón que pierde Paco casi se convierte en el empate. Un gol anulado a Cruz Azul para que los aficionados guerreros molesten a un celeste perdido.
Quince minutos de angustia, ¿cortesía del técnico? Yosgart se ha salvado del grito de la afición lagunera de "...toooooooo". Darwin tuvo para matar pero se engolosinó. Torres no hace nada para que realmente valga la pena pensar en él como un cambio efectivo. Una mujer anima a que toda la tribuna grite ¡Santos... Santos! Pero en un pestañeo, un pequeño error, Cruz Azul anota, sin merecerlo. Santos no se lleva la victoria por la falta de contundencia y un cambio que no funciona.
Daniel sale enojado, Torres abucheado, Yosgart sin su respectivo grito, la gente con un sabor agridulce, pero sobre todo con la desilusión de que se tiene un equipo grande, como un auto de gran velocidad pero que el conductor le mete el freno de mano.
Este resultado nos deja una buena lección, quien no se entregue en el terreno le queda grande la camiseta de Santos.
