En la Torre
Las frases futboleras son, en gran medida, la tabla de salvación para los futbolistas, directores técnicos, directivos y de todos los involucrados en este deporte, al grado que éstas se contagian y en todos los ámbitos las usamos para quitarnos la responsabilidad de nuestras acciones.
"Mujer, hay que darle vuelta a la página", "jefecito, siempre tenemos las maletas listas" o "mamá, yo estudié pero los resultados no me favorecieron", son algunas que se pueden aplicar en estos casos y en otros más. Pero estas frases no sirven más que para justificar lo injustificable.
Lo que se vio ayer en el Corona puede tener muchas salidas como estas: "el rival también cuenta", "hemos tenido el control del balón pero ellos nos mataron con dos llegadas", pero sobre todas, la más socorrida: "el 2 a 0 es engañoso".
Santos Laguna tuvo todo para mantener tres puntos, pero en el segundo tiempo los jugadores se exceden de confianza y se relajan, para darle la oportunidad a los rivales de no sentirse avasallados, con lo que pueden recuperar la confianza y, por qué no, llevarse la victoria a su casa. Eso pasó con América, eso quedó claro ante Cruz Azul y ayer con Toluca fue el colmo. Como colectivo, al Santos le hace falta la claridad en el ataque desde el silbatazo del segundo tiempo y hacia delante.
Es cierto, el equipo no es el mismo que nos angustiaba cuando llevaba una mínima ventaja en el marcador y luego le sacaban en los minutos finales el triunfo. De haber seguido esa manera de jugar, ahorita estaríamos peleando con los Alacranes de Durango y los Xoloitzcuintles de Tijuana en Primera A.
Los tiempos de las angustias de aquellas terribles tardes se alejaron, pero ahora, cada 15 días las esperanzas inician en el minuto 15, se fortalecen en el 30 ó 40 y se nos evaporan al 70 al ser alcanzados o rebasados. Se le ganó al Chivas y al Monterrey, pero no se le ganó al Puebla y ni mucho menos al América. A los Guerreros le quedan tres partidos en casa, por cuatro de visita, al igual que sus rivales rumbo a la calificación a la liguilla, La Franja recargada del "Chelís" y los Rayados de Vucetich.
La desventaja que tienen los Guerreros es que a pesar de ganar sus juegos en casa, si esto mismo hacen sus contrincantes directos lo más posible es que Santos y todos los laguneros veamos la liguilla por televisión.
Las esperanzas se reducen para los albiverdes, aunque el calendario puede jugar a su favor debido a que Puebla y Monterrey tendrán rivales más duros que los Guerreros.
Pero aquí, como podría decir alguno de los jugadores, "dependemos de nosotros mismos", aunque a estas alturas del torneo poblanos y regios llevan ventaja.
Los Guerreros tienen la convicción de mejorar en la cancha, de eso no cabe duda, pero en más de una vez una decisión des-acertada, un mal movimiento o de plano el no saber cómo responder al técnico rival su movimiento que le va a dar resultado, hace que el trabajo y la ilusión se den contra la pared.
Los últimos resultados podrían perfilar a los albiverdes a sólo apostar por la Liga de Campeones de la Concacaf, y con ello obtener su logro internacional más trascendental en su historia. El peligro es quedar como "el perro de las dos tortas", y con ello las dudas del proyecto que se mantiene.
Si los albiverdes se llevan la Copa de Concachampions, los resultados agrios en el torneo local se volverán humo. Por eso "el futbol es así, esa es su grandeza".
Hugo J. Castro hcastro@elsiglodetorreon.
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