Sin cliché. El cantante Peter Murphy, conocido como 'El Padrino del Gótico', logró quitarse esa etiqueta.
MEXICO, D.F.- Al subirse al escenario, Peter Murphy ya no es él, sino un personaje que él mismo ha construido a lo largo de 30 años.
En su afán por "atrapar" a ese personaje, la prensa lo ha etiquetado como "El Padrino del Gótico" o "El Vampiro Mayor". Pero él, iconoclasta hasta la médula, se zafa de esas ataduras.
"Cuando inicié en la música, allá por la década de los 70, no planeé ponerme un seudónimo y ser tal o cual; nunca me he acreditado méritos. Cuando subo al escenario me transformo en un personaje, esa es la base de la que parto, lo demás son mitos de los medios", expone Peter Murphy, en entrevista telefónica.
Si existiera en todo caso algo que este músico británico tuviera que asumir, es que cada noche, y en cada disco, él da vida a un ser distinto. El que adquirió recientemente en su nuevo álbum (aún sin título) se refiere a alguien muy espiritual.
"Las nuevas canciones hablan de luz, porque expongo cómo asimilar la muerte de un ser querido, de encontrar paz. Simultáneamente, me parece un disco con un toque muy surrealista, que mezcla mucho rocanrol, pero también contiene elementos muy orgánicos", explica el vocalista de Bauhaus, quien vuelve al Distrito Federal para actuar mañana en el Circo Volador.
Las nuevas canciones fueron grabadas en 2008, después de sus presentaciones en Portugal. Nueve días fueron suficientes -según Murphy- para concentrar la esencia de su banda en vivo.
Antes de partir a su gira por América Latina (que culmina en el Distrito Federal), el músico trabaja en la mezcla de los temas nuevos en Los Ángeles (California).
Peter evita hablar de su otra banda, pero sí da detalles de su relación con México.
