Un trago. El gerente de Simas, Alberto Díaz de León, toma del agua de la noria de Senderos que ya tiene un filtro contra arsénico. EL SIGLO DE TORREÓN / RAMÓN SOTOMAYOR
El Simas se manejó con transparencia y tuvo auditorías federales, estatales y municipales más que las necesarias, según Alberto Díaz de León, gerente general del organismo descentralizado, quien ayer declaró que "todos los que le apuestan a que en el Simas hay un desmadre se van a llevar una sorpresa".
Los invitó a que "le busquen lo que quieran porque no hay nada que esconder". Explicó que las causas de que la semana pasada no se les proporcionara información documental a las personas que acudieron en representación de la Comisión de Enlace Entrega-Recepción fue porque no son auditores y "no son los tiempos para que se les haga entrega física ni documental del Simas".
Al gerente no le preocupa que en enero sea uno de los funcionarios municipales que sean citados a comparecer dentro del plazo que fija la Ley de Entrega- Recepción para el Gobierno y los Municipios de Coahuila, tal como se lo advirtió Rodrigo Fuentes Ávila, regidor electo y coordinador de la Comisión de Entrega-Recepción.
Este último expresó que en el Simas fue la única dependencia en la que se advirtió una "postura hostil".
Pero Díaz de León aseguró: "no tenemos nada que esconder y todo lo que se manejó en el Simas se hizo en forma transparente". Alegó que la semana pasada llegaron representantes de la Administración entrante. "No vino Omar Gutiérrez (del CLIP), sino otras personas, eran como 25, abogados y auditores".
Por su parte, el alcalde José Ángel Pérez sonrió irónico por la información que se difundió en el sentido de que se frenaba la información en el Simas. Rechazó que se haya politizado o se haya hecho ríspido el proceso. Manifestó que "si piden cosas que no vienen en la Ley no podemos dárselas. Hay fechas para eso".
El munícipe y el gerente de Simas encabezaron ayer la inauguración del filtro con el que luego de varios meses de prueba, se pretende abatir los niveles de arsénico en el agua que se proporciona a los habitantes del fraccionamiento Senderos. La inversión fue de un millón 300 mil pesos y el equipo tiena una capacidad de tratamiento de 20 litros por segundo que, según el Simas, permitirá que el líquido tenga menos de 15 microgramos. Actualmente registra niveles de 75 microgramos.