Tristeza. Barack Obama encabezó la conmenoración de las víctimas del ataque terrorista del 11 de septiembre en Estados Unidos.
WASHINGTON, EU. - Empapado por una lluvia que le calaba los hombros, el presidente Barack Obama refrendó ayer con voz estentórea la resolución de Estados Unidos en la "persecución de Al Qaeda y sus aliados" y "contra aquellos que perpetraron los barbáricos actos (del 11 de septiembre del 2001)" y causaron la muerte de más de 3 mil personas.
"Vamos a ser fuertes y sólidos. Así ha sido y así será para nuestras familias. Vamos a mantener la determinación contra aquellos que llevaron a cabo este acto deplorable. Y mantenemos el compromiso para proteger la vida de nuestros ciudadanos", aseguró.
El mensaje de Obama, en una mañana lluviosa en los jardines del Pentágono, marcó el inicio de una jornada de tributo nacional por las víctimas del 11-S, con ceremonias realizadas de forma simultánea en Nueva York, Washington y Pennsylvania.
Las imágenes de dolientes, estrechando las fotos de sus seres queridos y aguantando un chaparrón que bañaba la costa Este de la nación, se volvían a multiplicar como parte del ritual anual de luto y condena contra el ataque que hace ocho años dejó en evidencia el talón de Aquiles de la primera potencia y gestó el estado de excepción que aún le sigue embargando.
"Una vez más nos detenemos y volvemos a rezar como una nación", dijo el presidente al evocar los casi tres mil días que han pasado desde los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 y al señalar que, no obstante el tiempo transcurrido, los atentados "siempre los llevaremos clavados en la conciencia del país".
Posteriormente, y en un intento por mirar hacia adelante como nación, el presidente declaró la jornada como "Día Nacional del Servicio y el Recuerdo", para movilizar a los ciudadanos "en beneficio de nuestras comunidades, del país y del mundo".
"Esta puede ser la mejor lección de este día, el mayor rechazo a quienes nos atacaron, el mayor tributo a quienes nos fueron arrebatados: que ese sentimiento de servicio no sea un momento pasajero. Puede ser una virtud duradera", consideró.
En este mismo acto, el decretario de Defensa, Robert Gates, evocó la memoria de las víctimas de los atentados. Entre ellas, no sólo ciudadanos de Estados Unidos, sino también inmigrantes de distintas partes del mundo: "No sólo eran inocentes de este país, eran de todos los lugares. Queremos homenajear a gentes que dieron sus vidas en ese día", dijo el presidente Obama en su primera conmemoración de septiembre 11.