Antes de iniciar el tema de este artículo sólo unas breves precisiones de índole económico:
Estamos recibiendo constante información positiva en el sentido de que la crisis ha pasado y que en diversos países se está iniciando la recuperación, incluso y para bien de México se aprecia en E.U.
Indicadores que muestran una moderada recuperación, por ejemplo el sector residencial refleja ya estabilización.
Opino como en notas anteriores de que no necesariamente estamos ya en una verdadera recuperación incluso espero esté equivocado; en primer lugar no hay manera de que esté definido si la mencionada recuperación es producto de un autosuficiente consumo interno o bien producto exclusivamente de los programas de diversos subsidios y gastos públicos implementados por los distintos gobiernos, ya que apenas concluye la inyección de recursos y el monto que tendrá que limitarse de los mismos.
En el caso de los E.U. por ejemplo si tomamos como base el sector inmobiliario la parte de construcción lo cierto es que los inventarios están muy altos y el estímulo que se otorgó a los compradores nuevos fue por una sola vez, por consiguiente se desconoce si efectivamente se moverá este mercado; el índice de desempleo es muy alto y los consumidores redujeron un 0.5 por ciento tanto sus gastos en septiembre como la confianza de la economía que cayó a un 70.6 ( la fuente es el Departamento de Comercio) por lo tanto las condiciones de la economía en dicho país a pesar de los Mercados bursátiles en su fuerte avance continuará la volatilidad, y como decía dichas condiciones siguen siendo muy frágiles; sin duda alguna lo anterior a pesar de las declaraciones insistentes del secretario de Economía, para México es todavía demasiado pronto para pensar que los tenues reflejos del vecino país permitan asegurar alguna mejoría para la nuestra, independientemente de algunos indicadores internos como inflación, tasas de interés etc.
Por consiguiente y en relación a el encabezado de este artículo, es a propósito del debate ( de alguna manera le debemos decir) sobre la aprobación del presupuesto para el año 2010 que tiene básicamente ajustar las finanzas públicas a las necesidades del país, constituye el pulso que permite calibrar la capacidad de respuesta ante nuestros problemas; lo que se puso en evidencia es que el Ejecutivo tiene muy poca capacidad de maniobra ante el Congreso ya que las bancadas políticas contrarias al Gobierno están marcando la pauta sobre aprobación del mismo presupuesto.
Las desafortunadas declaraciones del presidente del PAN cuando pasó la iniciativa en la Cámara de Diputados enfureció a los priistas y se atoró en la de Senadores aún cuando el domingo ya sabemos como se aprobó, por cierto hay versiones de que lo dicho por César Nava fue estrategia del presidente Calderón la verdad no es creíble, prueba de ello es el cabildeo de varios de los funcionarios de la Presidencia ante senadores destacados para salvar la situación.
En realidad no hay cambios a fondo, todo es más de lo mismo, en el aspecto fiscal se recarga el peso de la recaudación en los cautivos y para los asalariados en particular es más significativo el aumento correspondiente; lo importante es que lo que se pretendía en el proyecto recaudatorio no es suficiente, quedan pendientes facturas al régimen impositivo y a la estructura administrativa y financiera del sector público.
Lo que se puso de manifiesto es la pobreza de ideas y soluciones reales tanto por parte del Ejecutivo, el Congreso, los Partidos Políticos y los propios organismos de la I. P. ya que al final las medidas tomadas no dejan contentos a nadie, pero lo más importante es que siguen afectando el desarrollo del país además de la continua pérdida de competitividad internacional y la falta de innovación en acciones de México que nos permita una respuesta válida que nos solucione los problemas económicos y sociales para poder salir de la zona de desgaste en la que nos encontramos, además no se demuestra cómo incrementar la capacidad de consumo interno, autosuficiencia mientras esperamos la inercia de fuera y una verdadera creación de riqueza más equitativa y justa; independientemente de los actores que menciono anteriormente, también somos responsables toda la sociedad por no exigir y permanecer impávidos ante lo que se está haciendo al no tomarnos en cuenta; si esperamos el juicio de la historia sin duda alguna será adversa para todos.
