Con mil 20 millones de hambrientos en 2009, 105 millones más que en 2008, el mundo enfrenta una crisis sin precedentes que pone en evidencia la fragilidad del sistema global, advirtió hoy el director general de la FAO, Jacques Diouf.
Al participar en la Cámara de Diputados italiana en una reunión parlamentaria previa a la Cumbre Sobre Seguridad Alimentaria Mundial, que se celebrará en esta capital la semana próxima, Diouf urgió a poner en práctica acciones concretas contra el hambre.
El directivo de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) dijo esperar que los más de 50 jefes de Estado y de gobierno esperados para la cumbre, entre el lunes y miércoles próximos, se comprometan a lograr un resultado 'importante'.
'Estamos de frente a una crisis sin precedentes que pone en evidencia la fragilidad de nuestro sistema', advirtió.
Señaló que en el Africa subsahariana entre 80 y 90 por ciento de los precios de los cereales permanecen superiores en 20 por ciento respecto a los niveles que tenían antes de la crisis.
'El arroz ha llegado a sus máximas cotizaciones en Sri Lanka, así como en Kenya y en Ecuador', añadió.
Dijo que además en todo el planeta la producción agrícola es frenada por los altos costos de los factores de producción, por problemas logísticos y por el cada vez más difícil acceso al crédito por parte de las familias rurales.
Además, según Diouf, para 2009 se espera una caída de entre 15 y 26 por ciento de los precios de los productos exportados por los países pobres.
Ello mientras se mantienen los factores estructurales que han originado la crisis del sector primario, como el alto crecimiento demográfico, la mayor frecuencia de lluvias torrenciales y el difícil acceso al agua.
El director general de la FAO reiteró que se requiere ayuda de unos 44 mil millones de dólares anuales para los pequeños agricultores de las naciones pobres.
También llamó a movilizar los 20 mil millones de dólares para la seguridad alimentaria prometidos en la cumbre del Grupo de los Ocho (G-8) celebrada en julio pasado en la ciudad italiana de L’Aquila.
'Ese fue un compromiso alentador que espero que en esta ocasión sea activado concretamente y que la cumbre mundial, que iniciará en Roma el lunes, alcance aquel amplio consenso necesario para llevar a la agricultura a los niveles que tenía en 1980', declaró.
Por su parte, el presidente de la Cámara de diputados italiana, Gianfranco Fini, llamó a que de la cumbre salgan resultados concretos en la lucha contra el hambre.
El canciller italiano Franco Frattini advirtió que la crisis económica no puede ser una excusa para reducir la ayuda a los países en desarrollo, pues el mundo pagará un precio alto debido a una 'política miope'.
Dijo que la seguridad alimentaria pasa por políticas de reforzamiento de la democracia, de la lucha a la corrupción y de afirmación de los derechos fundamentales de las personas.
