Me imagino que la cultura es viable en donde la gente todavía tiene la esperanza de llevar una vida humanamente pasadera; pero en ciudades como la nuestra, donde día a día se destruyen los valores, es imposible hablar en defensa de la dignidad. Los acontecimientos se acumulan y cuando quieres recomendar la lectura de autores japoneses (Michima, Kawabata, Murakami) tienes que olvidarte del tema porque nuestra ciudad llora por un nuevo atentado contra nuestra herencia cultural.
Para saber que tan despistados andan nuestras autoridades en estas cuestiones un día de reyes te dicen que no saben si nos repondrán los bustos de la alameda y dos días después te dicen que dijo su mamá que siempre sí pero que de otro material para que no se lo roben los drogradictos o quien se los haya robado. O sea que, según las circunstancias nuestros políticos funcionan pero eso de que tengan una idea de lo que quieran realizar dudo que la tengan. ( Ya ven , un recién electo diputado ya renunció porque tiene otras cosas más importantes que hacer. Vaya compromiso de representación, ni para donde mirar).
Pero bueno, ahora parece que el museo Arocena, el museo más importante de nuestra ciudad, tiene que sufrir la embestida de los ambulantes que no ambulan. O sea, para estar a tono con lo que se ha hecho a su alrededor, la plaza de armas, los comercios que un día fueron prósperos a su alrededor hoy decadentes o cerrados, al Apolo Palacio cerrado, lo que fuera El Princesa destruido, edificios a medio construir, basura, suciedad, la esquina donde nació la Soriana, donde estaba la Ciudad de París, fábricas unidas, el viejo Liverpool, Woolworth, todo esto se lo acabaron los ambulantes. Desde ahí hasta la alianza y durante muchos años personas con visión estuvieron recalcando el problema y maldito caso que les hicieron. Hoy parece ser que lo que se hace es para complacer a este tipo de personas que dejan poco al erario y que ya nos han salido costosos y que estoy seguro las acciones que se están tomando no van a solucionar nada porque a final de cuentas dudo que vayan a querer ser reubicados o que si les va mal no se devuelvan a donde estaban.
Como si el centro no tuviera el derecho de tener cosas bonitas, esculturas, monumentos, paseos, o el comercio digno que nos dio la vida económica y que durante muchos años se distinguió por ser el mejor de la región, las acciones que se toman parece ser que en lugar de volverle su dignidad se la van a enlodar hasta el último rincón. Como toda esa gente también necesita de servicios sanitarios, ahora hay que utilizar el canal de la perla como tal; o si no, ¿todas esas personas en donde van a hacer sus necesidades?
Por lo visto a esta administración no le gusta mucho las cuestiones culturales; o le gustan aquellas que vayan más de acorde a su vanidad, megalomanía, o bolsillos; ¿por eso el atentado a la casa del artista? ¿ por eso la rebaja de la publicación de libros? ¿Por eso la falta de apoyo al teatro que ha ido hasta España a representarnos? Como que todo va embonando, como que por eso mismo tampoco se recurre a los creadores para preguntarnos sobre nuestras necesidades y tenemos que estar a expensas de lo que se le ocurra a alguien que no es creador y que dudo mucho que le interese la vida cultural de la ciudad.
Nos tenemos que conformar con un museo del algodón que no he querido ir a ver para no hacer otro coraje Con el hecho de que las pinturas hayan sido una reproducción de las del Apolo Palacio y no dejar la libertad para sugerir algo nuevo moderno y de acuerdo a nuestra época ya habla de la visión del arte. Ha de estar bien, aunque le falte el estacionamiento, si se le ha invertido tanto en publicidad ha de estar a la altura ¿Del Arocena?
Pero si, al Arocena le van a embarrar el ambulantaje; o sea, que de arquitectura nuestra ilustre promotora cultural no sabe ni la A o no le interesa, o a lo mejor mañana si le va interesar, cual veleta que se pone a modo de lo que está de moda. El chiste es que nuestros políticos se salgan con la suya, para eso cobran tanto a la ciudad, para dejarla en un estado tan lamentable y estar a tono con los asesinatos, la balacera, el nulo crecimiento económico, la falta de una buena policía, la inseguridad social, la falta de trabajos, la falta de inversiones, la falta de autoridades democráticas que escuchen lo que quiere el pueblo, la falta de dignidad.
Todo está claro, para que queremos aspirar a un mejor nivel de vida, si cada vez está peor. Esto me recuerda a las películas sobre Egipto o la India donde salen sus mercados abarrotaos de gente, donde nadie se puede mover y donde (iba a decir respira, pero en las películas no se huele) se ve el hambre. Sociedades de hambruna.
Ya lo dicen los que saben, tenemos cero crecimientos, porque países como el nuestro del tercer mundo dependen de los hermanos mayores. Somos incapaces de solucionar nuestros problemas, porque no tenemos las agallas de decir basta, de protestar; no sea que nos vayan a quitar el plato de frijoles que ni siquiera tenemos seguro.
Pero bueno, como espectadores admiremos la ciudad chiquero que vamos a heredar; al cabo que el comercio internacional se estableció en otra parte. Nuestra historia comercial y cultural puede borrarse del mapa. Que importancia pueden tener los tacos de chita cuando ya podemos saborear las hamburguesas.
Acabo de visitar Linares ¿Vieran que bonito museo tienen?
Año de Hidalgo no lo olviden. (Para la próxima, si no hay nada mejor de que hablar, hablaré de la literatura Japonesa).