A veces escuchas en la radio declaraciones que intentan ser inteligentes y no salen más allá de lo trillado. En este caso se trata de la educación, echándoles la culpa a los maestros de sus defectos, y hablando de cultura sin precisar a que se refieren con la palabrita la cual usan porque está de moda y en época de elecciones, hay que recurrir a lo que está de moda. (La inseguridad, el desempleo y todas esas cosas que intentan arreglar con lo que ni siquiera pueden definir).
Otra cosa que mencionan es referirse a Japón y a la manera en que salió adelante después de la segunda guerra mundial; pensando que sólo bastó aprender lo que el americano le enseñaba y dedicarse en cuerpo y alma a las líneas de producción. Dudo de que esa haya sido la realidad.
Primero, el Japón, como China, tenía una cultura ancestral de entrega que puede adivinarse en la historia que tenemos de los samuráis. Desde siempre, el japonés ha estado dispuesto a morir, y tan es así que tiene rituales como el Seppuku, o Harakiri, para ello. Hay un grupo de novelas escritas por Yukio Mishima que se llama "El mar de la fertilidad", donde uno de los planteamientos es la protesta por el des quebrantamiento moral del Japonés a los ojos de este autor (quien murió en un acto ritual de este tipo, en pleno siglo XX. 1972) En la imagen del Samurai está el espíritu de un pueblo cultivado por siglos. Cuando el emperador perdió su divinidad, todo ese espíritu se avocó al trabajo. Habría mucho que profundizar en una cultura como ésta.
Al mexicano desde siempre le han quebrado el espíritu. El indígena lo tenía similar cuando adoraba a Huichilobos, por eso fue un pueblo guerrero y se levantó de la nada hasta convertirse en la civilización que admiramos cuando vemos sus ruinas y conocemos su historia. (Creo que muy pocos en realidad se han lanzado a responderse el por qué un pueblo como los Aztecas fue capaz de hacer lo que hizo en solo 150 años). Hoy, a base de la decepción constante, el Mexicano ha dejado de creer porque nada hay que le pueda cultivar el espíritu de grandeza, donde se desprendería el de lucha.
Cuando con acciones como la ley televisa han dejado en manos del vil negocio a los medios masivos de comunicación, dejaron a la deriva al verdadero promotor del espíritu nacional. La escuela no pueda hacer nada contra esta situación. Los políticos, a estas alturas, no se dan cuenta de que el principal educador del pueblo mexicano es la televisión. Sin un espíritu fuerte no hay cultura, porque ésta precisamente se deriva de la percepción del mundo donde se obtiene un sentido de la vida que produce "valores" en todos los niveles: los morales, los éticos, los estéticos, los filosóficos, los políticos, los sociales. A la familia mexicana la están moldeando por medio de la familia peluche y eso lo han promovido estos mismos que se llenan la boca con la palabra cultura, sin saber lo que es cultura y educación, sin saber lo que es educación.
Piensan que con más horas de clase lo van a remediar todo. Piensan que obligando a más cursos a los maestros lo van a remediar todo. Maestría, doctorados, diplomados. Se ha vuelto una fiebre (y más que nada porque es la forma de acceder al tiempo completo en la universidad). No se les ha ocurrido medir en bibliotecas, la que debe de tener un maestro que está en constante búsqueda de información. Es más fácil buscar un papelito que la mayoría de las veces no concuerda con lo que dice representar.
En el caso de las cuatro novelas arriba mencionadas, cada libro me costó alrededor de doscientos pesos, lo cual da un total de ochocientos pesos. Con los sueldos que dan a los maestros que no tiene oportunidad de un tiempo esto es un lujo. (Al año un buen lector puede consumir de cincuenta a sesenta libros, Si costaran 100 (Apenas los de sepan cuantos) esto significaría cinco mil pesos anuales en libros. La universidad me da cincuenta pesos de ayuda para libros al año, creo).
Quieren reducir a la cultura a los conocimientos técnicos como si el hombre fuera una extensión de la máquina y fuera todo lo que necesitara para ser feliz. (El mundo feliz). Los de la cúpula quieren a los épsilones en plena productividad con la entrega del japonés sin que se vea claro hacia donde nos llevan, porque por lo menos deberían de tomarse el trabajo de referirse a un paraíso, porque así nomás porque si, nadie. De eso ya no se habla: ni del paraíso divino, ni del liberal, ni del socialista, ni de la sociedad perfecta de platón ni de las utopías del renacimiento. ¿En que forma encajan las personas cultas en estos paraísos. Por lo general, los intelectuales no encajan de ellas (pregúntele a Castro cuantos tuvieron que salir de Cuba). Cuando mencionan la palabra cultura a qué se refieren. ¿Por saber que Víctor Hugo escribió los miserables o Édgar Allan Poe Historias extra ordinarias vamos a resolver nuestros problemas cotidianos, o por establecer las diferencias entre el impresionismo o el surrealismo ya la hizo el mexicano?
Si un maestro pide un libro el padre de familia pone el grito en el cielo, y el alumno también porque tiene que leerlo (que no lo lee, porque en el rincón del vago están todos los trabajos) pero eso si, no les falta ni el celular ni los audífonos en el oído (aparatos contra los cuales hay que luchar cotidianamente) que es la manera de combatir el aburrimiento de las clases. Se aburren, la televisión los divierte, el profesor los aburre. Hoy ni siquiera saben hacer cuadros sinópticos. El conocimiento ha dejado de ser una aventura fascinante, hoy es un simple requisito para obtener un papel con el que supuestamente obtendrán un mejor sueldo.
Al darle por su lado a los medios de comunicación, destruyeron la educación y la cultura nacional. Que tanto lloran ahora en contra de las escuelas. No llores como mujer lo que no han podido defender como hombres. (Otro libro más para saber quien lo dijo).