DE EDUCACIÓN Y OTRAS RAREZAS
Ahora las vacaciones han sido, para algunos, breves, para otros igual de largas. Ya pronto, en diez, quince días más estaremos de nuevo en clases y por lo tanto los niños y jóvenes volverán a sus ocupaciones acostumbradas y la tranquilidad del hogar volverá a tomar su ritmo.
Muchas madres, sobre todo, respirarán a gusto. Otras, añorarán a sus retoños. Todas supondrán que en las escuelas estarán aprendiendo algo; lo que deben de aprender: a leer , a escribir, a contar, algunos otros temas de geografía, historia, literatura, los más grandes, biología, filosofía y algunos y algunas estudiantes se preguntarán para qué sirve todo eso.
El proceso de educación es muy largo. Ahora los mandan de bebes y en las escuelas se puede durar hasta los 25, 26 si se toman maestrías o doctorados. O sea que, los contenidos por aprender son bastos, aunque muchos no lo entiendan, aunque la mayoría de las personas que sufren el proceso educativo quisieran conformarse con aprender un oficio capaz de hacerlos millonarios. Tan sólo eso, un oficio, y lo vuelvo a repetir, capaz de hacerlos millonarios. Como eso es la última moda en los últimos tiempos es la razón por la cual andan en lo que andan, la delincuencia, los fraudes, y todas esas cosas que al parecer produce muchos billetes y nada más.
Para que sirve darle un sentido a la existencia. ¿Sentido de qué o qué? Patria, religión ya ha perdido todo contenido por lo que valor religioso y valor cívico ya no sirve para nada. Se devaluaron como nuestro peso. Porque el valor es lo que sirve para algo y eso lo enseña la educación o para eso era precisamente el proceso educativo, para cultivar en nosotros los valores que compartimos con la sociedad en que vivimos.
Ante se hacían revoluciones y se cambiaban los valores cuando uno no estaba de acuerdo. Ha existido la educación humanista que cultiva los valores a partir del hombre como centro de la creación y que precisamente estudiaba las características humanas para desarrollarlas hasta su límite. (Por eso las clases de arte, de gimnasia. No solamente la mente, sino también el cuerpo tenían que estar sanos. ¿Se acuerdan de los griegos como le daban tanta importancia a la perfección corporal y como ellos mismos comenzaron a desarrollar el pensamiento humano que a través de los siglos explotó en este cúmulo de conocimientos que a una persona le es imposible abarcar?)
Bueno pero aquellos eran los griegos o los humanistas, o los neoclásicos que de alguna manera u otra colaboraron a llevar a la educación por estos caminos haciéndole comprender al hombre que era algo más que una máquina de comer, o un animal con gustos más sofisticados.
A finales del Siglo XIX se desarrollo la educación positivista que consistía en que todo conocimiento debía tener un fundamento científico. Que lo que no fuera probado en laboratorio no podía ser tomado como un conocimiento válido. La fe y la filosofía basada en la lógica aristotélica no habían sido capaces de resolver el problema humano; por eso los más inteligentes, siguiendo la hebra que Descartes había comenzado a desenrollar se avocaron a probar todo conocimiento habido y por haber. Es la hora que la solución a los problemas humanos se ven cada día más lejos.
Pero aún así, todo el mundo quiere ser licenciado, ingeniero o doctor, porque se supone que esto es algo así como ser marqués, o conde o duque. La realidad que abundan tantos títulos que están completamente devaluados. Sobre todo, porque las personas que ostentan los títulos son como los nobles, piensan que gozan de un privilegio que no implica un compromiso o esfuerzo personal o un desarrollo constante. Algunos son verdaderas pompa de jabón que hasta para conseguir chamba de taxistas batallan. Las empresas, por su parte, por lo general se nutren de recién egresados, por baratos y así que el producto final que tenemos, en algunos campos, son de mucha más ínfima calidad que antaño. (Véase la televisión mexicana y considérese como una prueba a lo anteriormente expresado).
Pero en fin, pertenecemos a la post modernidad. Los productos más vendidos en este mundo post moderno son: El celular, y el I Pot.
La comida, con tanta ciencia conocemos en que consiste la nutrición; pero lo que abunda es la comida chatarra. Y así como los jóvenes son ajenos a los buenos hábitos alimenticios, son ajenos a los griegos, o al renacimiento, o a saber en que aparte del mundo estamos parados y cual ha sido la historia que nos ha traído hasta aquí.
La pregunta entonces sería, qué tanto estamos aprendiendo en nuestras escuelas, porque estudiar tantos años como para no tener ni siquiera buena ortografía como que es tiempo malgastado. Como estudiar tanto para no darle solución a los problemas que nos agobian, lo mismo, es mucho tiempo malgastado. Estudiar tanto para no mejorar en nuestros gustos y hábitos cotidianos, o para haber perdido nuestros valores, o para sobrevivir, simplemente sobrevivir, me parece tiempo perdido. Mejor no estudiar. Porque el estudio significaría la extensión, o la alimentación de nuestra conciencia y el ser conscientes es lo que nos hace humanos y es lo que genera y da valor a la cultura.
Lo que es innegable es que nuestras escuelas se anuncian muy bonito; pero como que hace falta algo más ¿Qué será?