OTRA VEZ DEL LIBRO
Si, ya lo sabemos. En estos últimos cuatro años no ha habido mucha suerte para la literatura en su etapa de publicación y distribución de la obra. Como desde siempre se ha hecho aquí, hay algunos autores que aparte de pasar largo tiempo intentando resolver un problema de estructura literaria tendrán que ir juntando lo suficiente para poder dar a la imprenta, sin editor de por medio, las páginas escritas para que estas sean multiplicadas y así poder sacar una pequeña edición que después se tratará de distribuir entre los amigos conocidos y algún otro despistado que se interese por la obra.
Tan malo es este negocio que por lo general ni siquiera se recupera lo invertido ya que, comenzando con los familiares, todos piensan que se les debe de regalar el libro. Para no quedar mal, el autor lo hace, porque de otra forma tendrá que ir buscando librerías en donde te los puedan vender, y claro, la librería te pedirá facturación con los problemas que ello implica que cuando haces cuentas a lo mejor no es costeable, porque no es lo mismo intentar distribuir una obra que un catálogo de obras.
Te sientes tentado a venderlo puerta por puerta con lo mal que se suele ver eso. Y hasta te vas al aeropuerto y cuando te comienza a ir bien te corren porque no hay permiso para hacerlo. Y vuelves a las calles del centro a tus amigos que te lo adquieren por compromiso, y mejor los acabas guardando en el closet hasta que un día te das cuenta de que por fin se acabaron y que para aventuras ya estuvo bueno.
En esta provincia, esto de escribir novelas o historias o versos o cosas similares nunca será negocio para nadie. El que hace pan come de ello. El que vende sillas come de ello, el que tiene un oficio vive de ello porque mal que bien tendrá uno que otro cliente que le de chamba. En las circunstancias en que vivimos, el que escribe libros jamás piensa que podrá vivir de lo que hace. Los que son muy buenos, la esperanza que les queda son ganar premios literarios, pero ¿Cuántos premios literarios tendrías que ganar al año para vivir más o menos pasaderamente? Últimamente Jaime Muños a Ganado varios premios pero no creo que se decida a dejar su trabajo donde tiene un sueldo seguro, para dedicarse por entero a escribir.
No se han encontrado los mecanismos adecuados para resolver esta situación y sobre todo no se han encontrado porque la situación sólo hay dos formas de resolverla: o la iniciativa privada implementa una editorial provinciana a donde un pueda acceder o llevar su obra; o la solución vine del sector público por medio de alguna de las instituciones que lo haga.
Yo no voy a afirmar que no se haya hecho.. Se publican libros, pero es muy diferente a publicar libros que a profesionalizar la edición de libros de tal forma que quien llega a tener la suerte de publicar un libro gane algo monetariamente. A lo más que se ha llegada es a obtener el diez por ciento de la edición. (Y tal vez lo único que se mueva del libro sea ese diez por ciento, porque el noventa va a dar a una bodega y como no hay canales de distribución se espera a ver quien lo pide y se pueden esperar sentados porque las librerías están llenas de títulos y los que publica el estado o el municipio no llegan a esos lugares porque no hay establecidos los mecanismos necesarios para poder llegar y a las personas que ejercen los puestos no necesitan meterse en esos problemas para ganar el billete).
Por eso da tristeza cuando alguien hace el esfuerzo para publicar su libro y por al trayectoria que lleva uno sabe que seguramente se trata de un buen libro y que va a batallar para darse a conocer porque uno como escritor a lo mejor en la única librería donde lo conocen es la que el usa y posiblemente el librero le diga que si se lo distribuye que nomás le lleve la factura.
Uno tiene que conformarse con presentar el libro en un lugar público, que para eso son los lugares públicos que paga el pueblo, y que precisamente los paga para que cumplan determinadas funciones.
Después de una sola presentación cada libro correrá su propia suerte. Servirá para la egolatría personal, impactará, esperaremos ser descubiertos por alguien quien intente comprarnos la historia para su realización cinematográfica. Estas no son cosas que sucedan en este pequeño mundo nuestro, provinciano, donde ni siquiera se pregunta o se consulta a los directamente interesados y todo se impone desde donde siempre, arriba donde está alguien que en su vida ha pasado por el proceso creativo y administra a la buena de Dios.
Felicito a Magda Madero por la presentación de su libro que espero pronto poder leer y comentar en estas páginas. Espero que de parte de las autoridades culturales reciba algún apoyo, un poco más que una palmadita en la espalda.
