Enseñan el colmillo

Los aullidos se escucharon afuera del Teatro Nazas y no adentro, pero no se trataron de los actores de la puesta en escena Los Lobos, sino de la gente que deambulaba alrededor del Teatro Nazas y que se resguardó en su interior durante unos minutos, tras un incidente violento cerca del lugar.

Sin embargo llegada la hora de la primera función, 7:15 de la noche, se abrió el telón y uno a uno fueron apareciendo los actores que integraron el elenco de la obra.

Con una escenografía sencilla, a cargo de Rodolfo Sánchez, que permitía trasladar al auditorio a un lugar apartado de donde estaba teniendo lugar una fiesta, los funcionarios públicos se citaron para una reunión donde discutían un delicado tema político, en el que se veían involucrados todos.

Los primeros actores en aparecer sobre las tablas del Nazas fueron Víctor Trujillo y Roberto D'Amico, quienes dieron vida al diputado panista Eduardo Muñoz y a un alto funcionario del Gobierno respectivamente, quienes introdujeron al público a un drama que se fue convirtiendo en una divertida comedia con el paso de los minutos.

A medida que iban apareciendo uno a uno los actores, el público lagunero los iba recibiendo con aplausos, Así entró en escena el actor Rafael Sánchez Navarro, quien interpretó al senador perredista Torres, un hombre recto, de buenos principios que cree en la manera transparente de gobernar.

El cuarto en aparecer frente al público fue el primer actor Pedro Armendáriz, haciendo el papel de un diputado priista bonachón y de la vieja guardia, que dio pie para que se completara el elenco con el ingreso del coronel, a cargo de Jesús Ochoa, quien le imprimió su particular estilo al personaje.

Todos en escena, se introdujeron en la más divertida trama política, que dejó entrever cómo se tejía un asunto de malversación de fondos en la compra de unos terrenos por parte del Ejército. La obra que originalmente fue escrita en Argentina de los años 40, fue adaptada de manera correcta e impecable por el director de la obra, Héctor Bonilla, que sin quererlo parodió una realidad latente en la comedia que tuvo lugar anoche en dos funciones.

Intereses creados, engaños, manipulaciones y una serie de artimañas fueron expuestas por cada uno de los personajes que buscaba apresuradamente cómo salir limpio del asunto que los involucraba y los llevó a la extraña reunión que los asistentes al Nazas pudieron observar. Al término de la función el público de La Laguna se puso de pie para despedir a los actores que contaron con un teatro al 80 por ciento de su capacidad.

Así, la quinteta de actores demostraron que son todos unos lobos del arte dramático, pues no solamente enseñaron su colmillo, sino que también fueron capaces de hacer caer a los laguneros en sus redes.

Lleno de trabajo

El actor y conductor Victor Trujillo no se puede quejar, pues si algo le sobra es el trabajo. Y es que aparte de figurar en la puesta en escena Los Lobos, sigue con los programas El Notifiero y Tercer Grado.

"Con la obra ya llevamos 36 funciones y faltan muchas más, seguiremos por toda la República Mexicana hasta finales de abril para luego arrancar una serie de presentaciones por la Ciudad de México.

"Afortunadamente me ha ido bien sigo con El Notifiero y también en Tercer Grado. Por ahí tengo otros proyectos para Internet y si los astros están en cadena tal vez salga una cuestión de cine", dijo Trujillo en entrevista con esta casa editora.

Hace lo que quiere

Pedro Armendáriz comentó que en estos momentos de su carrera se siente muy a gusto porque hace lo que quiere, "nadie me obliga a hacer nada, simplemente me siento muy feliz por lo que he hecho con mi trayectoria".

El artista dijo que por ahora no tiene otro proyecto más que la obra Los Lobos. "No tengo nada por ahora, este es mi proyecto y como se dice vulgarmente hay que cachondearlo, saborearlo porque está muy divertido, a nosotros nos va muy bien y al público le gusta y eso como que es una especie de terapia, el llegar y reírse de nuestro propio destino trágico es algo como shakespeariano".

El amigo de los laguneros

Quien confesó ser un amante de la Comarca Lagunera fue Jesús Ochoa. El actor dijo que quiere mucho esta región porque, "aquí tengo mucha banda, muchos amigos y me fascina visitar La Laguna, es una buena plaza y era ilógico el pensar que no viniéramos con este montaje".

En Los Lobos, Ochoa da vida a un militar y según explicó su personaje tuvo que sufrir varios cambios de como se plantea en la obra argentina. "Tuvo que ser cambiado porque la clase militar argentina es muy distinta a la mexicana, aquí el militar está acostumbrado al servir al poder ejecutivo y a la gente y pues allá no. Héctor Bonilla, nuestro director hizo un excelente trabajo".

El actor comentó que la película Salvando al Soldado Pérez se estrenará pronto."Nos han dicho que llegará a los cines a mediados de año, va quedando muy bien, ya pronto la podrán ver".