WASHINGTON, EU.- Estados Unidos mostró ayer su decisión de no permanecer "detrás de la barrera" en la encarnizada lucha que libra México al dar a conocer un largo rosario de nuevas acusaciones y acciones contra los principales líderes del Cártel de Sinaloa, por conspirar para la introducción de casi 200 toneladas de droga y por haber obtenido y "lavado" 5 mil 8 millones de dólares en ganancias entre 1999 y 2008.
Las acusaciones, hechas públicas por el secretario de Justicia estadounidense, Eric Holder, suponen una nueva vuelta de tuerca que las distintas agencias federales antinarcóticos han preparado minuciosa y pacientemente durante dos décadas y ante distintas cortes federales de Estados Unidos para cuando llegue el momento de detener y solicitar a México la extradición de los líderes más buscados del Cártel de Sinaloa.
La batería de acusaciones presentadas ayer, en 12 procesos abiertos que se siguen ante las cortes federales de Illinois, en Chicago y de Brooklyn, en Nueva York, involucra a un total de 43 imputados. Entre ellos, los líderes del Cártel de Sinaloa -Joaquín "El Chapo" Guzmán, Ismael "El Mayo" Zambada y Arturo Beltrán Leyva- y los cabecillas del Cártel de La Federación que incluyen a Ignacio "Nacho" Coronel Villarreal, a Héctor Beltrán Leyva y a Jesús Zambada-García.
El voluminoso expediente judicial supone un fascinante correlato de las actividades del Cártel de Sinaloa durante casi dos décadas. Un historial de las encarnizadas guerras por la disputa de las rutas hacia Estados Unidos, además de un recuento de los insólitos métodos que los narcotraficantes han utilizado para ingresar toneladas de droga y comprar armamento para armar a sus ejércitos de sicarios.
'Ola de violencia no es señal de éxito'
La ola de violencia que se vive en México no es una señal de éxito en el combate al crimen organizado y el narcotráfico, aunque sí es una respuesta de los capos al ataque frontal en su contra en esta Administración, por lo que ahora se debe analizar si se debe cambiar la estrategia, sostuvo John Feeley, ministro consejero de la Embajada de Estados Unidos.
El segundo hombre de la sede diplomática señaló lo anterior, interrogado sobre si es necesario un cambio de estrategia cuando esta semana se ha tenido la jornada más violenta con 57 ejecuciones en un solo día.
Feeley señaló que por su formación marcial tiene claro que "ninguna estrategia de batalla sobrevive al primer contacto con el enemigo", y en el caso de México se esta "padeciendo los estragos del ataque frontal en contra de los grandes capos aquí".