Sin fin. Las obras de introducción de drenaje y de la red de agua potable del Centro Histórico de Lerdo parecen interminables, situación que ha generado molestia entre los comerciantes y transeúntes.
Aquella Ciudad Jardín, considerada como el pulmón más grande de la región, muestra otro rostro: el del olvido.
El grafiti es una plaga que carcome poco a poco sus paredes, plazas, parques, cuya belleza es opacada por los estragos del vandalismo.
Ni sus hombres ilustres se salvan de los trazos imprecisos del aerosol, como es el caso del busto del Juan Francisco Zarco Mateos, periodista, diputado y ministro de Relaciones Exteriores y Gobernación durante el Gobierno de Benito Juárez, localizado en la Plaza principal.
En la actualidad, caminar por las calles y avenidas del Centro, resulta toda una aventura. Y es que, caminando o en auto, es inevitable toparse con las interminables obras de introducción de drenaje y de la nueva red de agua potable, las cuales resultan un problema debido a los enormes baches y cerros de tierra que se generan.
Descubrir los nombres de las arterias viales también es toda una odisea al tratar de descifrarlos debido a las malas condiciones en las que se encuentran las nomenclaturas, tanto de la zona comercial como de cualquier otro punto de la ciudad.
Pavimento y la reparación de sus luminarias son los reclamos que a diario se reciben en el Municipio, sin embargo no son atendidos. Como en la colonia Francisco Villa, donde sus vecinos siguen esperando respuesta.