Amigos de la familia de Juliana cargan el féretro en donde va el cuerpo de la niña que murió aplastada por una barda.
Durante el mediodía de ayer, las calles del ejido El Barro se observaron vacías e inundadas de un profundo silencio, pues vecinos, amigos y familiares de la pequeña Juliana Chavarría Frausto, quien falleció la tarde del viernes a los seis años de edad, acudieron a despedirla en la capilla del ejido, donde se llevó a cabo una misa de cuerpo presente.
Juliana Chavarría murió mientras recibía atención médica en una clínica localizada en el ejido Arturo Martínez, a dos kilómetros del poblado El Barro, luego que una barda de block cayera sobre ella y otros cuatro menores de edad, la mañana del viernes pasado. Los hechos ocurrieron cuando la infante se localizaba en su lugar favorito, la escuela primaria “El Conquistador del Cielo” y donde cursaba su primer año de primaria.
“Era una niña muy alegre y le gustaba mucho ir a la escuela”, comentó Ulises Chavarría Soto, padre de la pequeña Juliana Chavarría, quien aún desconcertado por la pérdida de su hija manifestó que la pequeña Juliana era el cuarto miembro de la familia, pues aún le sobrevive un hijo de ocho años de edad y quien cursa sus estudios de primaria en el mismo instituto de educación.
Dijo que su pequeña hija ya sabía leer y escribir, razones por las que disfrutaba acudir a su instrucción escolar, aunque “todavía no tenía sus pensamientos a futuro”, al cuestionarle sobre lo que deseaba ser de grande.
Con los ojos irritados, conteniendo el llanto y mostrando fortaleza ante su familia, el acongojado padre manifestó que personal de la Subsecretaría de Educación Pública del Estado en la Región Lagunera Durango acudió a visitarlo y se comprometieron a cubrir los gastos generados por el funeral de la pequeña Juliana.
“Fue un accidente, no podemos culpar a nadie, fue un accidente”, agregó el acongojado padre, tras manifestar que no presentaron denuncia penal por la muerte de la pequeña Juliana.
Responsabilidad civil
Aurelio Urbina Suárez, agente investigador del Ministerio Público de Delitos contra la Vida y Salud Personal, mesa II, informó que la muerte de la niña Juliana Chavarría fue un accidente y no procede la denuncia penal, pues “allí no hay una responsabilidad subjetiva, es decir, atribuible a alguien en particular, pero sí en materia civil de parte de la escuela o la Secretaría de Educación Pública”.
Detalló que el fatal accidente ocurrió a las 11:30 aproximadamente, cuando en la escuela primaria “El Conquistador del Cielo” la sociedad de padres de familia desarrollaba la venta de hamburguesas. De allí que entre los cuatro menores de edad lesionados se localiza una niña de tres años de edad, que acompañaba a una de las madres que asistieron al evento.
El Ministerio Público señaló que los padres de la infante fallecida, solicitaron que no se realizara la autopsia de Ley, pues decidieron realizar los preparativos para su velorio y los actos funerarios.