Vamos a ver cómo andas de tu intelecto descifrando estos pequeños problemas. Dime un número que sea menor de treinta, pero que al tripicarlo dé la mitad de ciento cincuenta. - Había cuatro herrores en esta orasión. ¿Puedes encontrarlos? Si no puedes, más adelante te lo diré al igual que ésta adivinanza. Para algunos soy muy corto; para otros regular; para los tristes, muy largo y para Dios, la eternidad.
Las Supersticiones = Tratando de responder a uno de mis lectores sobre este tema, les diré que son un fenómeno contrario a la razón que nace del miedo y la ignorancia. A pesar de los progresos de la ciencia, han sobrevivido a través del tiempo, sobre todo gracias a las consejas populares, a las leyendas y a los refranes y proverbios.
Las supersticiones abundan en el campo, constituyen la base de las prácticas religiosas de las sociedades llamadas primitivas (ritos y tabúes). Las gentes creen realizar sus deseos mediante un conjunto de gestos, de fórmulas o de prácticas, casi siempre muy sencillos (tocar madera, echar sal por encima del hombro, etc.) Al mismo efecto usan objetos que traen suerte, los llevan siempre consigo (amuletos, talismanes, fetiches, etc.), o bien los tienen cerca (herradura, pata de conejo, trébol de 4 hojas).
Las supersticiones dan lugar a una actividad especializada: la adivinación (predicción del porvenir) la vidente, lee el porvenir en las cartas de la baraja (cartomancia) o en las líneas de la mano (quiromancia), y los astrólogos hacen el horóscopo. Para los supersticiosos, todos los seres y los objetos pueden tener un significado especial, bueno o malo. Los signos del zodiaco, los astros, las plantas y los animales son de gran importancia.
El gato negro es una criatura maléfica, según los supersticiosos. Para ellos los animales se distribuyen en dos clases: criaturas del diablo y de Dios, según su aspecto, sus gritos, el temor que inspiran, etc. Desconfían del macho cabrío, del sapo, del lobo y de las serpientes. En cambio, el caballo blanco, la mariquita o vaquita de San Antón y el grillo, traen la felicidad. Entre las aves, temen a la urraca, al mirlo, al cuervo, a la coneja y sobre todo al búho y a la lechuza. Pero la paloma, la cigüeña, y las golondrinas son consideradas como amigas.
El concepto de tuercerrabos se inicia dos siglos antes que los Clubes de Leones. Los clubes privados en Inglaterra a principios del Siglo XVIII multaban con humor a los miembros por contar historias inverosímiles o usar el tabaco de otro miembro. Los Leones perfeccionaron el arte de los trucos. Rl tuercerrabos se origina en los comités de vigorización formados cuando se constituyó el Club de Detroit Centro en 1920. Los comités luego se redujeron a "una sola personalidad enérgica" según The World's Biggest Doors; The Store of the Lions.
"Estábamos tratando de encontrar un modo de darle chispa a las reuniones Leonísticas," recuerda Melvin Jones, fundador de los Clubes de Leones en 1917. "Un fulano que se había creado en una granja dijo que lo que teníamos qué hacer es lo que solía hacerse antes; cuando una vaca rehusaba ir a la reja, alguien la cogía del rabo y se la retorcía. Todos reímos, pero uno de nosotros dijo: ¿No es ese un buen nombre?. Ya habíamos decidido que el guardián se llamara "Domador" por lo que nos pareció lógico el título de "Tuercerrabos" para el presidente del comité de vigorización.
Pero la Junta Directiva Internacional, "en un acceso de dignidad ofendida, promulgó un edicto contra el uso del término chusco, según el libro de historia del Leonismo. La cuestión pasó de unos a otros en las reuniones de la junta durante algunos años hasta que el presidente internacional Ray Riley en 1919, un día se levantó en una sesión de Washington y les dijo que se tomaban demasiado en serio. Riley dijo que los Clubes podían tener tuercerrabos "les guste o no a la junta".
La función se estableció, pero el nombre permaneció cambiante. Aún en 1941, la revista THE LION escribía: "De todas las ricas experiencias novedosas que esperan al nuevo León, ninguna lo impresiona más como conocer al "Demonio de los Diez Centavos", el "Derribador de la Dignidad", conocido como "Spizzerinkter" o Tuercerrabos. El tuercerrabos, como preferimos llamarlo, que sepamos es el único dictador absoluto que tiene el afecto de los que oprime.
Otros Leones también prefirieron el término de tuercerrabos, y al correr del tiempo, Spizzerinkter por fortuna se abandonó.
Entretenimiento: La respuesta es que veinticinco es menor que treinta y si lo triplicamos da setenta y cinco, que es la mitad de ciento cincuenta. Los cuatro errores son: (1) Hay (2) errores (3) oración (4) El cuarto error es el hecho de que hay solamente 3 en la oración. ¿Sencillo no? La Adivinanza es: (El Tiempo).Agradezco tus comentarios y sugerencias al e-mail:
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