TEGUCIGALPA.- El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, se disponía a visitar el viernes Honduras para exigir la restitución de Manuel Zelaya en la presidencia de un país que se polariza cada día con manifestaciones diarias a favor de ambos bandos.
Mientras se esperaba el arribo de Insulza, cuya agenda exacta no ha sido informada oficialmente, unos 2,000 simpatizantes de Zelaya habían comenzado a concentrarse en Tegucigalpa, donde también se esperaba una manifestación en apoyo del presidente interino Roberto Micheletti.
Los seguidores de Zelaya se reunían en la Universidad Pedagógica Nacional, en el sur de Tegucigalpa, mientras que los simpatizantes de Micheletti tenían previsto encontrarse en la casa presidencia, a unos tres kilómetros de distancia, lo cual ha generado temores de posibles enfrentamientos.
La guatemalteca Rigoberta Menchú, Nobel de la Paz 1992, llegó el viernes a Tegucigalpa para buscar contribuir a resolver con la crisis hondureña
"Vengo a tratar de hablar con cualquiera que me quiera escuchar para buscar la paz en este país", dijo Menchú a periodistas.
La OEA informó la víspera que Insulza notificará el viernes a diversos actores políticos hondureños sobre la resolución del organismo hemisférico que demanda la restitución de Zelaya a más tardar el sábado.
Hasta el momento no se ha informado oficialmente las personas con las que se encontrará, aunque líderes sociales han asegurado que ellos tendrán una reunión con Insulza la tarde del viernes.
"Esta tarde hablaremos con Insulza", dijo el líder sindical y candidato independiente presidencial Carlos H. Reyes, aunque no quiso dar más detalles.
El líder campesino Rafael Alegría también aseguró a la radio local que estaría con Insulza.
Eulogio Chávez, presidente del Colegio de Profesores de Educación Media y dirigente del izquierdista Bloque Popular, dijo a la estación radial HRN que la marcha de apoyo a Zelaya se trasladará a la sede local de la OEA, donde permanecerán "hasta ser atendidos" por la misión que encabeza Insulza.
Voceros de la Fiscalía y de la Corte Suprema dijeron desconocer si el secretario general de la OEA se reuniría con los jefes de su dependencias.
Insulza dijo la víspera que llegaría a Honduras a hacer todo lo posible, aunque advirtió que "será muy difícil cambiar las cosas en un par de días".
También la víspera, Micheletti dijo que Insulza era bienvenido, aunque ratificó su determinación de no restituir en el poder a Zelaya, quien se encontraba en El Salvador.
Micheletti dijo no tener "ninguna objeción" en adelantar las elecciones generales de noviembre como una salida a la crisis que enfrenta Honduras por el derrocamiento de Zelaya.
El mandatario derrocado ha sido advertido que de pisar suelo hondureño será detenido de inmediato para ser juzgado por varios delitos como traición a la patria, atentar contra la forma de gobierno democrático, abuso de autoridad, usurpación de funciones públicas y desobediencia a la Constitución.
Mientras, la Interpol aseguró el viernes que no ha recibido en sus oficinas centrales de Francia alguna solicitud con miras a la detención de Zelaya, como afirmó esta semana la fiscalía hondureña.
La Interpol señaló, además, que está impedida de publicar notificaciones para aprehender a algún mandatario, salvo que sea a petición de un tribunal internacional.