José Luis Sánchez Solá celebró la calificación con sus jugadores y la afición que hizo el viaje. (Jam Media)
Monterrey, Nl.- El vestidor del Puebla vibraba con los aplausos, no era para menos. Después de haber padecido los horrores de la amenaza del descenso, hoy pueden presumirse como semifinalistas del futbol mexicano o como lo describiría el Chelís: "La realidad superó nuestros sueños". José Luis Sánchez Solá fue el primero en correr hacia el vestuario, y también el primero en abandonarlo para fumarse un cigarrillo a solas, antes de soltar sus primeras palabras, "estamos bailando con la fortuna y no queremos soltarla, porque todo mundo quiere bailar con ella.
"Ya lo había dicho, somos invitados a una fiesta, y como buenos invitados no queremos irnos sino hasta el final". Para Chelís son exactamente "cuatro partidos los que me quedan con Puebla, cuatro, ni más ni menos", dijo, refiriéndose a sus ganas de estar en la final, pero también a su palabra de finiquitar su compromiso con los Camoteros en cuanto termine el torneo.
El equipo eliminado era todo desolación. El "Negro" Sandoval sólo se animó a decir: "Es frustrante quedar así", mientras que el ecuatoriano Ayoví reconoció que los partidos se les fueron "por los goles que nos cayeron de manera temprana".
La lluvia fría y triste que se dejó sentir con gran intensidad en la Sultana del Norte sólo fue el inicio del fin de una historia que comenzó a escribirse el miércoles.