Los daños físicos y económicos por la influenza humana son enormes en el mundo, pero especialmente en México en donde la epidemia causó grandes estragos.
Al miércoles 6 de mayo sumaban 1,516 casos confirmados y 29 muertos en 22 países afectados, según el comunicado de la Organización Mundial de la Salud.
Veintiocho muertos corresponden a México y uno a Estados Unidos. Horas más tarde la autoridad mexicana reportó un total de 42 fallecidos mientras en Estados Unidos se confirmó que una mujer de 33 años de origen hispano murió luego de dar a luz a una niña en un hospital de Texas.
Los efectos económicos son terribles en México porque durante diez días se paralizó el país, primero fueron las escuelas y posteriormente los centros de trabajo y a nivel del Distrito Federal los restaurantes, bares y antros.
La imagen de México en el extranjero se afectó muchísimo. La afluencia turística cayó por los suelos al tiempo que decenas de personas fueron virtualmente secuestradas por ser mexicanas y no por tener los síntomas de la influenza.
México no es el único país afectado por el virus gripal A H1N1, por lo mismo resulta sospechoso que sólo mexicanos recibieran un trato discriminatorio por parte de varias naciones como China y Singapur.
No obstante lo anterior esta contingencia dejó sus beneficios, el primero fue mandar la crisis financiera a un segundo término y quizá por ello los indicadores macroeconómicos reflejaron avances positivos en los últimos días.
Las nuevas tendencias llevaron al circunspecto Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal, a declarar que la caída libre de la economía estaba a punto de llegar a su fin.
"La economía -dijo-comienza a estabilizarse", aunque advirtió que la recuperación será lenta y que el desempleo seguirá aumentando hasta 2010. Bernanke insinuó que lo peor de la crisis había pasado y que Estados Unidos está ahora en una mejor situación.
Para México la epidemia resultó una oportunidad dorada para revisar su sistema sanitario en un país en donde son frecuentes los brotes de epidemias debido al rezago en materia de prevención y a las condiciones insalubres en muchas regiones.
Pese a que las autoridades mexicanas realizaron un operativo que resultó efectivo para contener la influenza, el sistema de salud no logró detectar en su origen el brote del virus lo que ocasionó varias decenas de muertes.
El segundo efecto positivo ha sido la revisión exhaustiva de los parámetros sanitarios en escuelas, bares, hoteles, loncherías y restaurantes que son focos continuos de contagio de parásitos, bacterias y otros virus dañinos para el ser humano.
Si las autoridades sanitarias consiguen eliminar rezagos y focos de infección, México podría revertir esta crisis y promoverse en los próximos meses como el primer país en estar libre de la influenza y de otras enfermedades contagiosas.
Finalmente la crisis de salud resultó un oportuno oasis para los políticos de ambos lados de la frontera, quienes ya no veían la puerta en temas álgidos y recurrentes.
En la agenda del presidente Obama tanto la crisis financiera como la reforma migratoria y la guerra de Irak entraron en un impasse, al menos durante estas dos semanas.
En tanto el presidente de México, Felipe Calderón, logró olvidarse por unos días de la inseguridad que asuela México así como del catarro económico que amenaza con volverse una gripe del tipo A.
Por cierto, en dos meses más habrá elecciones federales y estatales en México en donde el Gobierno de Calderón se someterá a su primera gran prueba sexenal. Así que agarren piedras para lo que pueda venir.
Om
