Médicos del hospital estadounidense Shrines de Sacramento (California) llegan hoy a la ciudad mexicana de Hermosillo para evaluar el estado de salud de unos 30 niños que resultaron quemados en el incendio del viernes en una guardería, que se cobró la vida de 44 menores.
Un representante del Shrines, institución especializada en el tratamiento de quemaduras y problemas ortopédicos de los niños, dijo a la prensa que los médicos estarán cuatro días en Hermosillo visitando a los pequeños, tanto a los que están hospitalizados como a los que fueron dados de alta.
El objetivo es evaluar si conviene trasladados para que reciban atención gratuita a Sacramento, donde ya se encuentran tres niños mexicanos heridos en el incendio.
Por su parte, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México informó hoy de que agradeció a las autoridades y personal médico del hospital Shrines "su oportuna intervención" en el caso de los tres menores citados.
También recordó que esa institución, financiada con recursos privados, ha recibido a "cientos de niños mexicanos víctimas de quemaduras, la mayoría de ellos de comunidades rurales" del norte del país.
El hospital, que ofrece sus servicios de manera gratuita, abrió una cuenta para recibir donativos que servirán para atender a los niños mexicanos.
En tanto, en el país continúan las denuncias sobre la situación de seguridad de las guarderías del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que cuenta con 1.500, el 90% de ellas manejadas por particulares.
La guardería ABC, la que se incendió en Hermosillo, es regentada por particulares y, de acuerdo a testimonios, no cumplía los requisitos de seguridad, aunque el IMSS ha asegurado que fue inspeccionada días antes de la tragedia y no presentó problemas.
Un informe preliminar señala que la guardería fue construida con materiales tóxicos, además de que sus puertas de emergencia estaban clausuradas, tenía falsos techos y tabiques endebles junto con instalaciones eléctricas defectuosas, que fueron la combinación fatal en el incendio.
El presidente de la comisión legislativa de Educación Pública y Servicios Educativos, Tonatiuh Bravo Padilla, del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), dijo hoy que funcionarios del IMSS están cayendo en una "negligencia criminal" por permitir operar a particulares guarderías que están a su nombre.
La diputada Maricela Contreras, presidenta de la Comisión de Equidad y Género, dijo a la prensa que el Estado "ha dejado de lado la obligación de prestar este tipo de servicios" y no realiza la vigilancia necesaria de estos centros infantiles, lo que puede poner en peligro "la integridad" de los niños.
Las mil 500 guarderías del IMSS reciben a 217 mil 77 niños de entre 40 días y cuatro años.
