Interceptados. Varios cubanos son interceptados en una zona del Malecón habanero en un intento ilegal por salir de Cuba. Personal de un bote de Guardafronteras cubano se encarga de regresarlos a la isla.
Estados Unidos acusó a Walter Kendall Myers, un ex funcionario del Departamento de Estado, y a su esposa de espiar para Cuba durante casi 30 años, un caso que empaña el nuevo clima de acercamiento entre La Habana y Washington.
Los 2 fueron arrestados tras una investigación de 3 años para encontrar al topo cubano que el FBI creía que hurgaba en los secretos del Estado.
Las pruebas apuntaron a Walter Myers, de 72 años, quien fue profesor en el Instituto de Servicio Diplomático del Departamento de Estado y posteriormente analista de información de Inteligencia sobre Europa, un puesto durante el cual tuvo acceso a las bases de datos secretos de EU.
Le ayudaba su esposa, Gwendolyn Steinbrager Myers, de 71 años, que trabajaba en un banco y cuya predilección era pasarle documentos a los cubanos intercambiando carritos de la compra en el supermercado, según la Fiscalía, que ayer presentó cargos formales contra la pareja.
Las detenciones llegan en el momento más prometedor para la mejora de relaciones entre los dos países en décadas y han dado argumentos nuevos a los que no quieren un acercamiento hasta que Cuba no sea una democracia.
Los arrestos "son una razón suficiente para que la Administración suspenda cualquier aproximación diplomática adicional al régimen, incluyendo el aplazamiento de las conversaciones sobre migración", dijo en un comunicado el senador republicano Mel Martínez, uno de los representantes del ala dura del exilio cubano. Actualmente hay 5 agentes cubanos en las cárceles estadounidenses, condenados por espionaje en 2001, y su liberación es una de la larga lista de reclamaciones que hace La Habana a Washington. El affidávit -que es un documento legal que sirve como testimonio o declaración jurada ante un tribunal, o como garantía o aval-, de acusación contra Myers que incluye detalles del programa de espionaje cubano que levantarán nuevas ampollas.
La detención llega tarde, pues Walter Myers, de 72 años, se jubiló en octubre de 2007, aunque no se retiró del negocio del espionaje, según el FBI. La Policía federal le tendió una añagaza en abril, cuando un agente se hizo pasar por un miembro del servicio de Inteligencia de Cuba con deseo de conocer los secretos de Estados Unidos.
