Un "Frankenstein" vanguardista ha llegado a Egipto de la mano del joven creador Adham Hafez, quien explicó que quiere reflexionar sobre el concepto de "monstruo" en la realidad actual con su obra multidisciplinar.
En pleno centro de El Cairo, en la galería "Townhouse", se representa el espectáculo "Frankenstein", estrenado por primera vez en Egipto y basado en la novela del mismo nombre de la escritora británica Mary Shelley (1797-1851).
Una función futurista donde se mezcla arte audiovisual, poesía, expresión corporal y una crítica al culto al cuerpo en la sociedad contemporánea, que contrasta con el ambiente en el exterior de la galería, situada en una zona llena de los tradicionales cafés cairotas, donde los hombres se reúnen a fumar "shisha" y beber té.
Hafez señaló que con esta obra pretende reflexionar "sobre el concepto de monstruosidad, la creación de la perfección y qué ocurre cuando se logra" y apuntó que el espectáculo se adapta y se reformula según la especificidad de la cultura en la que se representa.
En ese sentido, explicó que en Egipto esa particularidad se basa en "la falta de visibilidad en cuanto a la raza y hasta cierto grado en el sexismo", que también se manifiesta en la clase social y en el género, y que pueden crear un contexto de manipulación.
Así, en su espectáculo, delante de un decorado minimalista, pueden verse modelos-maniquíes, "misses" desnaturalizadas en concursos de belleza y vigoréxicos (obsesionados por el ejercicio físico) que rinden culto a sus cuerpos.
A pesar de que, como el propio Hafez reconoció es "un tema que no es fácil de tratar" en Egipto, al tocar asuntos como la clase social y la raza, "todavía no ha habido nadie del público que se haya marchado" escandalizado.
Tras su estreno en la capital egipcia, donde se representará hasta el próximo día 20, el artista tiene previsto llevarla a Jordania y a Polonia, y espera que a España.