Protesta. Familiares de los internos permanecieron a las afueras del penal para exigir la salida de los reos que presuntamente han provocado la violencia.
Toma Ejército y Policía Federal el control del penal por cuarta vez.
GÓMEZ PALACIO.- Elementos del Ejército y Policía Federal, volvieron a tomar por cuarta ocasión en menos de una semana, el control del Centro de Readaptación Social (Cereso) número 2 de Gómez Palacio, ante la amenaza de los internos de amotinarse.
Los internos y sus familias exigen la inmediata reubicación de un grupo de presos del fuero federal que hace aproximadamente dos meses fueron enviados de Durango capital al penal de Gómez Palacio, ya que se les señala como los principales instigadores de la violencia de los últimos días, así como de tratar de imponer por la fuerza un autogobierno.
Tras los hechos violentos de los días viernes y sábado pasados donde perdieron la vida seis internos, así como el bloqueo de la carretera federal Gómez Palacio-Chihuahua del domingo, por parte de los familiares de los internos, el Gobierno Estatal decidió el lunes por la mañana separar de sus cargos al director y subdirector del Cereso.
Cuando se pensaba que con la salida de los dos funcionarios volvería la calma al penal, ayer por la tarde, minutos antes de que concluyera la hora de visita, se pidió a los internos y sus familias se concentraran en el patio principal para presentarles oficialmente al encargado del despacho del Cereso, Israel Villalobos Valenzuela, los internos comenzaron a reclamar el traslado inmediato de un grupo de reos del fuero federal a los que acusan de provocar la violencia.
Ante el temor de que los internos se amotinaran, se solicitó la presencia de personal del Ejército y Policía Federal para controlarlos y evacuar a las familias, en su mayoría mujeres y niños.
La medida fue mal vista por los familiares que de inmediato comenzaron a lanzar insultos y amenazas contra las autoridades.
Algunos de los visitantes señalaron que mientras eran sacados del penal, se escucharon algunas detonaciones de arma de fuego, al parecer como advertencia para que los internos permanecieran en el patio y no intentaran llegar a otras áreas.
Hasta el cierre de la presente edición las autoridades penitenciarias no habían dado respuesta oficial a la exigencia de los internos y sus familias, sobre el traslado a otro penal de los reos que presuntamente han provocado los últimos hechos violentos.
Por su parte, el agente del Ministerio Público de Delitos contra la Vida y Salud de las Personas, informó que no se le había reportado por parte de las autoridades del penal de personas lesionadas o fallecidas durante estos hechos.
