Margarita Garnier Morga, tanatóloga y terapeuta familiar, fue quien impartió la conferencia ¿Cómo Manejar el Duelo?
Perder a un ser querido siempre será un proceso difícil de enfrentar, y éste puede durar unos cuantos meses o años, asegura la terapeuta familiar Margarita Garnier Morga, quien impartió la conferencia "¿Cómo Manejar el Duelo?", en el mausoleo de Gayosso.
Margarita Garnier además de terapeuta familiar es tanatóloga, y explicó que el duelo es el proceso que vive el deudo cuando un ser querido muere, pero aclaró que este proceso también se da cuando hay un cambio de residencia, de trabajo, de escuela, pérdida de pareja o económicas.
"Todo eso implica un duelo, pero lo que nos ocupa es la pérdida de los seres queridos que mueren. El duelo es un proceso, un dolor muy intenso que pasa por diferentes etapas, desde la negación hasta la resignación", dijo la terapeuta.
La negación consiste precisamente en no querer aceptar la realidad, en este caso, la muerte de un ser querido. Después llega el enojo, ya sea con familiares cercanos, médicos o amigos, incluso consigo mismos por no haber actuado de una manera diferente con la persona que ya se fue.
"Hay una sensación de abandono que comienza a despejarse conforme va transcurriendo el tiempo. La siguiente etapa es un dolor profundo, mezclada muchas de las veces con el avance pero también pueden regresar a la primera fase de negación".
Margarita Garnier explicó que los deudos también enfrentan un proceso muy doloroso a consecuencia de la depresión, "viven su dolor de manera muy intensa, viven su abandono y se abandonan muchas de las veces. Hay gente que come mucho o si hacían ejercicio, dejan de hacerlo, tienen problemas en el trabajo y en la familia, y presentan otros síntomas como irritabilidad o insomnio, y después viene la aceptación de la realidad".
La última etapa es la cicatrización del proceso, "el deudo ya lo acepta pero y comienza a quedarse con lo que el ser querido le dio o le dejó. El tiempo es variable para cada persona pero el tiempo promedio es de un año o año y medio, pero varía porque cada persona vive el dolor de diferente manera".
