Sobre la muestra. Un viaje al centro de sí misma busca mostrar de manera tajante una de las perspectivas íntimas de la fotógrafa mexicana Graciela Iturbide, considerada uno de los lentes más creativos desde los años ochenta. EL SIGLO DE TORREÓN / CORTESÍA
TORREÓN, COAH.- Además del papel que Graciela Iturbide jugó en la fotografía mexicana desde los años ochenta, la artista ha logrado realizar numerosos diálogos con personajes de la talla José Luis Cuevas y Manuel Álvarez Bravo. Logrando entablar amistad con creadores que han captado una serie de imágenes que hoy día se consideran piezas fundamentales dentro del arte, imágenes que ella conoce, ha seleccionado y las que le resultan indispensables a su cotidiano diálogo con la vida y el arte.
"Graciela Iturbide: Un viaje al centro de sí misma", es la exposición fotográfica que será inaugurada en la sala temática del Museo Arocena, hoy a las 8:00 de la noche, 8 piezas que podrán testificar por qué el nombre de Graciela de Iturbide va más allá de un referente estético de la fotografía mexicana, para convertirse en parte de un periodo cultural del mismo México que ella retrata.
Las obras que integran la muestra que hoy se inaugura en el Arocena a las 8:00 de la noche, son parte de la colección personal de la fotógrafa mexicana, de donde precisamente extrae dos piezas de Strömholm y de Kouldelka, para esta exposición, regalos personales que los prestigiosos creadores realizaron a la artista mexicana, quien además fue la primera fotógrafa, mujer y latinoamericana en ser invitada a la exposición "Ciudad Roma".
La selección que será inaugurada esta noche en la Sala Temática del Arocena, es un universal de las características fundamentales que ha presentado la obra de Iturbide a lo largo de su historia fotográfica, fuerza y composición, en la búsqueda permanente desde el interior mismo del creador.
LA FOTÓGRAFA
Graciela de Iturbide realizó un trabajo que le dio una gran proyección entre 1972 y 1975, con su impresión del pueblo de Panamá y la dictadura del general Omar Torrijos, luego de haber sido asistente del conocido fotógrafo Manuel Álvarez Bravo con quien inició a retratar algunas características de los pueblos indígenas.
Participó en su primera exposición "Tres Fotógrafas Mexicanas", organizada por la galería José Clemente Orozco de México. El primer elogio a su trabajo, hecho por Manuel Álvarez Bravo, fue publicado en 1975 en la revista "Artes Visuales" del Museo de Arte Moderno" de México. Ese mismo año ganó el premio Eugene Smith, así como una beca de la Fundación Guggenheim.
En 1979, invitada por Francisco Toledo, Graciela Iturbide realizó en Juchitán, Oaxaca, una serie de fotografías sobre la cultura zapoteca, del cual surgió una publicación llamada "Juchitán de las Mujeres".
Larga carrera
Entre sus premios: ⇒ 1986 Premio Organización Internacional del Trabajo de la ONU por su portafolio El empleo a su carencia.
⇒ 1987 Premio Eugene-Smith en fotografía humanitaria.
⇒ 1990 Premio Internacional Hokkaido (Japón).
⇒ 2008 Premio Hasselblad.
