El gobierno de México entregó en extradición a seis fugitivos de la justicia norteamericana, para que enfrenten sus procesos penales en Estados Unidos por delitos que van desde operaciones de narcotráfico y homicidio, hasta violación y homicidio.
La Procuraduría General de la República (PGR) informó que "una vez agotadas las etapas del procedimiento de extradición" se decretó la entrega de los inculpados en una operación que se realizó en el hangar de la dependencia, donde quedaron bajo resguardo de la personal de US Marshal y el FBI.
Entre los extraditados está Ismael Estrada, alias “El Ish”, quien cuenta con cargos por asociación delictuosa, delitos contra la salud y lavado de dinero ante la Corte Federal de Distrito para el Distrito Norte de Georgia, Estados Unidos; a él se le imputa que durante los meses de abril y julio del 2005 "se dedicó a revender cocaína que compraba a una organización de narcotráfico que operaba en Atlanta y disfrazaba las ganancias como si fueran utilidades legítimas de otros negocios".
Mientras que Juan Carlos Ábrego era buscado para ser juzgado ante la Corte Federal de Distrito para el Distrito Oeste de Texas, por delitos contra la salud y secuestro, "ya que desde octubre del 2006 participó en una organización criminal dedicada a la introducción de cocaína a los Estados Unidos así como en el secuestro de una persona", detalló la PGR.
También fueron entregados a la justicia norteamericana Moisés Bahena, acusado de asesinar en diciembre de 1994 a un hombre en Illinois; mientras que Armando Cruz, “La Pícara”, era buscado por el homicidio de su esposa, perpetrado en marzo de 2002.
Los otros extraditados fueron Juan Edmundo Morales Jáuregui, inculpado de violación y abuso sexual contra menores en Santa Clara, California, "ya que en enero del 2009 autoridades estadounidenses catearon su casa donde encontraron, en un archivo de computadora, videos y fotografías en las que aparece el acusado teniendo relaciones sexuales con tres menores de edad".
En tanto que Edwin Peña será procesado en Nueva Jersey por el delito de fraude a través de comunicaciones electrónicas, ya que en noviembre del 2004 y mayo del 2005 ingresó ilegalmente al sistema de cómputo de compañías telefónicas para hacerse pasar por vendedor de tráfico de líneas, obteniendo ganancias por 1.4 millones de dólares.