Exitoso. El cantautor tiene más de 300 producciones musicales desde 1990, entre ellas El Carnaval del Mundo, Mi Vida, con Waldo de los Ríos, Cabralgando, Facundo Cabral y Pateando Tachos. ARCHIVO
San José, Costa Rica.- El cantautor argentino Facundo Cabral, quien ofreció aquí dos conciertos este fin de semana, afirmó que se retira feliz de los escenarios, tras 50 años de carrera.
"Yo me voy a ir feliz. Es duro decir adiós, pero yo lo digo con tranquilidad porque fuimos hermanos y amigos", declaró el creador de éxitos como No Soy de Aquí, ni soy de Allá y Este es un Nuevo Día, tras sus presentaciones en Costa Rica.
"Es duro decir adiós, sobre todo en pleno romance y a la gente que uno quiere. Se terminó la canción, yo me voy a ir feliz", reiteró Cabral durante su concierto, según reportó el diario La Nación.
El astro argentino, de 71 años dijo que vino a este mundo a ser como un testigo. "Así que me voy a ir feliz porque, a través de los años, he viajado haciéndolo hombro a hombro con el rico y con el pobre".
Facundo Cabral aseguró que su sueño "fue más grande de lo que pude imaginar", mientras generaciones de asistentes lo escuchaban con respeto y atención.
Facundo Cabral, nombrado Mensajero Mundial de la Paz por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), se presentará el 23 de abril de Managua, Nicaragua y el próximo mes en Argentina.
Ovaciones lo despiden
Fue la noche de Facundo Cabral, la velada en que cantó su agridulce despedida. El pasado viernes, el Teatro Melico Salazar fue el escenario del penúltimo concierto del poeta cantor en Costa Rica.
Con 25 minutos de retraso y con butacas completamente llenas, un grito que provino desde lo más alto del teatro anunció con alegría al esperado cantautor argentino: " ¡Facundo, Facundo!", gritó una dama y el teatro explotó en una ovación.
Era cierto, Cabral estaba allí; muy despacio y pacientemente se dejó ver. En una travesía que pareció eterna, un bastón y su querida guitarra le acompañaron hasta el lugar donde se sentó para entonar sus canciones. Más de 50 años de carrera musical y 71 de vida se vieron plasmados en aquella escena; sin duda, el tiempo pesa.
Al terminar, no dijo más, tomó su bastón y emprendió la partida. El teatro entero se puso de pie para homenajearlo.
