Lucha en el mar. Las Fuerzas Especiales de Francia retomaron el poder sobre la embarcación tras un fracaso en las negociaciones previas lo que dejó a un rehén muerto, a 2 de los piratas abatidos y tres tomados ya como prisioneros. EFE
NAIROBI, KENIA.- El intento fallido de fuga de un capitán mercante estadounidense secuestrado por piratas somalíes acentuó ayer el dramatismo del enfrentamiento en el Océano Índico, donde convergían más buques de guerra norteamericanos y barcos piratas con rehenes.
Un somalí en contacto con el líder de los piratas dijo que los captores quieren el pago de un rescate y están listos para matar al rehén, el capitán Richard Phillips, si son atacados.
Estados Unidos estaba reforzando su presencia militar en la zona al enviar más buques de guerra a las aguas de Somalia, donde un destructor estadounidense sigue al bote salvavidas a la deriva en que se encuentra Phillips. Los piratas lo tomaron como rehén el miércoles después que intentaron apoderarse del carguero Maersk Alabama.
También el viernes, fuerzas especiales de la Armada de Francia tomaron un velero de ese país, retenido por piratas frente a las costas somalíes. El asalto se realizó luego de las amenazas de que los pasajeros serían ejecutados. Sin embargo, uno de los rehenes murió en la operación, lo que puso de manifiesto los riesgos de una operación militar contra los piratas.
Cuatro rehenes, incluido un niño pequeño, fueron liberados, dijo en París el ministro de la Defensa, Herve Morin. Dos piratas murieron también y tres más fueron apresados. Se les llevará a Francia, para enfrentar un proceso penal, uniéndose a 12 piratas que han sido encarcelados y esperan un proceso en el país. Fue la tercera vez que franceses han sido liberados de las manos de piratas, pero la primera en que fallece un rehén.
En otro caso, un buque-cisterna noruego fue recuperado el viernes, unas dos semanas después de que se le tomó frente a la costa somalí. Sus 27 tripulantes fueron liberados ilesos, dijo la empresa dueña del barco, Salhus Shipping, que no señaló si se había pagado un rescate.
Hubo unos 164 actos de piratería en la zona en el 2008, incluidos 43 que involucraron tomas de rehenes, de acuerdo con el Ministerio de la Defensa de Francia. Ha habido unos 65 ataques en lo que va del año, y 15 naves son controladas actualmente por piratas, con 243 rehenes, añadió el ministerio.
La estrategia de los piratas que retienen al estadounidense sería unirse con sus colegas, que tienen rehenes rusos, alemanes, filipinos y de otras nacionalidades, y conducir a Phillips a la anárquica Somalia, donde podrían ocultarlo y dificultar su rescate, señaló la fuente somalí. Eso les daría una mejor posición para negociar el pago por su vida. Si anclan cerca de la costa podrían llegar a tierra rápidamente si son atacados.
El somalí, que ayudó a negociar un rescate el año pasado para los piratas después que éstos se apoderaron de un barco ucraniano que transportaba tanques, habló a condición de guardar el anonimato por temor a sufrir represalias. Indicó que el líder pirata había estado en contacto directo con el bote salvavidas vía teléfono satelital, pero perdió el contacto después que los captores de Phillips echaron al océano el teléfono -y un radio de dos vías que les había arrojado la Armada estadounidense-, ante el temor de que los norteamericanos estuvieran usando el equipo para darle instrucciones al capitán. Actuaron tras el esfuerzo fallido de Phillips para escapar.
Alrededor de la medianoche hora local, el capitán saltó del bote salvavidas y comenzó a nadar, de acuerdo con funcionarios del Departamento de Defensa que hablaron a condición de guardar el anonimato porque no tienen autorización para hablar en torno a las delicadas operaciones.
Entonces uno de los piratas disparó un arma automática, indicaron los funcionarios, aunque se desconoce si los balazos iban dirigidos a Phillips o al aire, y él regresó al bote.
El destructor Bainbridge, a varios cientos de metros de distancia, cuenta con helicópteros de rescate y botes salvavidas, pero ha mantenido su distancia, en parte para conservarse fuera del rango de alcance de las armas de los piratas.
Sus marineros podían ver a Phillips moviéndose y hablando tras haber regresado al bote, y las autoridades del Departamento de Defensa creen que está ileso.
Se están llevando a cabo negociaciones entre los piratas y el capitán del Bainbridge, que está recibiendo asesoría de negociadores del FBI especializados en rescates, indicaron las autoridades. Los captores también se están comunicando con otros navíos piratas por medio de un teléfono satelital, indicaron funcionarios.
El jefe del Mando Central estadounidense, el general David Petraeus, dijo que más buques de guerra de Estados Unidos también se dirigen a la zona, a más de 480 kilómetros (300 millas) de las costas de Somalia en el Océano Índico.
"Queremos asegurarnos de que tengamos toda la capacidad que pudiera necesitarse en los próximos días", dijo.
El presidente Barack Obama, que está siendo informado con regularidad sobre la situación, rechazó el viernes responder preguntas en torno a él por segundo día consecutivo.
Mohamed Samaw, un somalí que reside en el poblado de Eyl, un bastión pirata, y que dice tener una "participación" en un navío británico secuestrado el lunes, dijo que cuatro barcos extranjeros capturados anteriormente por piratas avanzan rumbo al bote salvavidas a la deriva. En dos de los buques se encuentran retenidos 54 en total, ciudadanos de China, Alemania, Rusia, Ucrania, Filipinas, las islas Tuvalu, Indonesia y Taiwán.
