Eunice Kennedy Shriver, a quien muchos consideraban como “la fuerza moral” del clan de los Kennedy, falleció este martes a los 88 años de edad víctima de una cadena de infartos.
Hermana de un presidente, de dos senadores y fundadora de los Juegos Olimpicos Especiales, Eunice fue considerada por muchos como una mujer adelantada a su tiempo. El presidente Barack Obama, destacó la “fuerza inspiradora” de Eunice que “demostró que ninguna barrera física o mental” puede contener “el poder del espíritu humano”.
A pesar de su genio político, Eunice tuvo que resignarse a ser la sombra de sus hermanos, John, Robert y Ted.
El deceso congregó este martes al clan de los Kennedy en la localidad de Hyannis, Massachusetts, un feudo que no se vestía de luto desde la muerte de Rose Kennedy, la matriarca del clan, en enero de 1995 a los 108 años de edad.
La incansable labor de Eunice a favor de los minusválidos, la convirtieron en esa fuerza detrás del movimiento paralímpico a finales de los años sesenta, un acontecimiento que hoy reúne los esfuerzos de cientos de naciones y de cientos de miles de participantes.
“Su trabajo transformó las vidas de cientos de millones de personas en todo el mundo y éstas son su legado”, aseguró la familia Kennedy en un comunicado distribuido a los medios.
“Es una pérdida enorme, pero sé que podemos estar tranquilos, seguros de que su legado continuará viviendo a través de su familia, amigos, y los millones de personas en el mundo a las que les llegó y transformó”, dijo el presidente de los Juegos Paralímpicos, Brady Lum.
La muerte de Eunice sorprendió a quienes ya habían adelantado el obituario de su hermano, Ted Kennedy, aquejado de un tumor cerebral, y que ayer se postraba al lado de su hermana Eunice, la mujer que nunca faltó a misa para rezar por su pronta recuperación.
Eunice nació el 10 de julio de 1921 en Brookline, Massachusetts. Se licenció en sociología en la Universidad de Stanford y ocupó varios cargos en el gobierno, incluyendo uno en el que ayudó a veteranos de la Segunda Guerra Mundial a readaptarse a la vida civil.
El drama de un esposo consumido por el mal de Alzheimer, que acompañó a Eunice en sus últimos años, la convirtió en una entusiasta colaboradora de campañas para recaudar fondos y programas de investigación.
Eunice deja viudo a Robert Sargent Shriver, ex embajador en Francia, quien fue candidato a la vicepresidencia y con quien tuvo dos hijos, Anthony y Maria Shriver, esta última periodista de profesión y esposa del actor de Hollywood y en la actualidad gobernador del estado de California, Arnold Schwarzenegger.