Despertar... Es / Matrimonios Exitosos (Cuarta parte)
Continuación...
Respecto a estas diez ideas haga una práctica con su pareja. Conteste cada uno: ¿En cuáles de estas diez formas ha usted "invertido" en su pareja? ¿Cuáles le gustaría mejorar? Pero llévelo a la práctica, así que: coloque una marca al lado de cada una de las formas en que le gustaría mejorar realmente. ¿Qué cosa podría hacer esta semana en cada área en la que le gustaría mejorar? Pregunte a su pareja qué podría hacer para mostrar una mejora en cada una de esas áreas. Escriba varias de esas ideas en los márgenes de este artículo y consúltelo esta semana como recordatorio. Póngalo en el refri, en el espejo donde se arregla, en aquel lugar donde está más de cinco minutos, hasta el trono de la sabiduría. Oren ambos: Señor Dios, te agradezco por mi pareja. Oro para que tengamos un matrimonio feliz y exitoso todos nuestros días. Señor, confieso que necesito trabajar en las siguientes áreas (nómbrelas). Dame el deseo y el poder para ser el tipo de pareja que sé que Tú y mi esposa/esposo quisieran que fuera. Ayúdame a ser una bendición para él/ella. Amén. El matrimonio representa el máximo potencial de toda relación humana. La Biblia dice que "dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne". ¡Vaya! En otras palabras, de alguna forma tiene lugar una "unión" mística en la que nos convertimos misteriosamente en "una carne" ante Dios. Ninguna otra relación humana puede acercarse a ésta -ninguna. Cuando haya terminado la fiesta y el papel crepé esté cayéndose y los sombreros de fiesta estén tirados por el piso, los hijos hayan crecido y se han marchado, y todos sus amigos se hayan jubilado o mudado, habrá sólo dos mecedoras lado a lado. Asegúrense de "invertir" el uno en el otro hoy para que puedan disfrutar plenamente esos tiempos especiales. Así que, ¿qué idea ha resultado mejor para usted? ¿En cuál le gustaría "invertir" en los próximos días? Sea usted una persona, un líder que piense más profundamente en su vida, en reconciliarse con Jesús y a equiparse para tener un mayor impacto en el mundo, a través de la familia, a través del amor, a través de un matrimonio exitoso.
Concepción Cabrera de Armida. Madre de familia ejemplar: En la actualidad a veces se piensa que la santidad sólo está reservada para algunas personas que se encuentran en diversos estados como la vida consagrada. Hoy debemos saber que aún en la vida matrimonial es posible ser santos y darle un tiempo al Dios de la vida. La Venerable Sierva de Dios Concepción Cabrera de Armida, madre de familia mexicana de nueve hijos es la prueba contundente de que se puede educar a los hijos y ser excelente madre de familia aún dándole tiempo a Dios. Hoy la Iglesia Católica tiene varios testimonios de madres de familia que se dieron al servicio de los demás, sin importar por lo que tuvieran que pasar y sin dejar nunca a sus hijos y demás familia, uno de esos casos extraordinarios que son una luz de santidad es Conchita Cabrera quien tuvo una vida mística en medio de lo cotidiano y propio de una familia, se le veía asistir al teatro con su esposo e ir a los eventos que la invitaban pero jamás por esta razón faltó a Cristo o a sus hijos, y por amor a la iglesia se sacrificó día a día. Conchita Cabrera se casó con Francisco Armida y ella no se veía obstaculizada al casarse para amar a Dios, ella misma escribe al respecto: "Ser esposa y madre no me impidió jamás la vida espiritual, antes al contrario, después de un año y medio de matrimonio, me pareció que el Señor me llamaba con mayor fuerza hacía la perfección". Aquél que piensa que el matrimonio no lleva a la santidad y a la realización de la misión que Dios nos entrega está equivocado, he aquí un testimonio de una madre de familia fundadora de las Obras de la Cruz. Conchita deseaba el matrimonio para poder dar a Jesús su mejor amigo muchos hijos que lo amaran como ella, decía, no lo había hecho, podemos concluir que esta intención es muy alta pero sin duda muy normal y natural para quien quiere a Dios, pues siempre se portó con su esposo Francisco Armida como buena esposa, lo ayudaba aconsejándolo y en sus cumpleaños siempre lo llenaba de regalos incluso cuando él quería ir a ciertos eventos sociales como el teatro y ella prefería quedarse en actitud de contemplación, ella cedía e iba de muy buena gana a estos eventos pues jamás se negó a algo propio de su estado de casada. Conchita no se salía de su estado lo que sucede es que todo lo hacía para gloria de Dios y extensión del reinado del Espíritu Santo, es interesante observar que muchas veces los escritos de sus diarios se suspenden por la hora de la comida y por actividades propias de toda familia. Cuando su esposo Francisco comenzaba a enfermar e iniciar su paso de este mundo a la Casa del Padre, Conchita fue su cuidadora incansable. Continuará...
Espero que estas palabras nos permitan sentirlas a la luz de nuestras familias, pues decía Jesús, "No me digas que me amas, dime cómo vives". Estamos como siempre a sus órdenes en la dirección electrónica: despertar_es@live.com. Si desea compartir, cómo ha logrado mantener su familia unida a lo largo de los años, cuénteme su historia y comparta con el mundo entero, ¡Su familia Exitosa! Lo invito a visitar mi blog en donde encontrará más artículos de tu interés: www.familia.blogsiglo.com
"QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR".