Despertar... Es Matrimonios Exitosos Durante el noviazgo de Carmen y Carlos había una aceptación mutua, a Carlos le gustaba de Carmen su forma de vestir, de ser, pues era centrada en su forma de pensar y actuar, recatada y medida. En casa de Carlos siempre se portó muy seria y respetuosa -aunque confesó ella que le tenía miedo a doña Socorro, pero se la tenía que ganar-. Y fue la graduación de Laura definitivamente un detonante para su relación de noviazgo. Carmen platicaba mucho con su mama y de ella adquirió los valores que a Carlos lo cautivaron. Ella la acercaba a la iglesia, era su compañera y completamente dedicada a sus hijos, ya que había quedado viuda a la temprana edad de 37 años, era muy inteligente, organizada. Tenía un excelente gusto por la confección y los realizaba con economía, con el buen gusto que siempre les inculcó respecto a lo que podían pagar. Cocinaba muy rico y en general era muy bien organizada con su gasto, de esta manera y con estas bases era muy luchista, una líder, una triunfadora de su tiempo, que siempre buscó la economía para los suyos. La oración fue algo que su mamá le enseñó pues sin Él cómo podrían salir las cosas avante, el cuadro no era para menos, viuda e hijos de 5 a 16 años, esto fueron los valores que Carmen aprendía día a día a través del ejemplo de su madre, motivo que la llevó a pensar "voy a trabajar para ayudar a mi mamá".
Sin embargo las circunstancias de aquellos tiempos a los de ahora son muy diferentes -comenta-, hoy día los jóvenes quieren más de todo y sin esfuerzo, pues no han vivido la vida con carencias. Su hija Mariel, por ejemplo no es tan liberal a pesar del ambiente universitario en el que se desenvuelve, pues comentan que hay mucho en juego el aspecto económico entre compañeros y además de la libertad en que se vive, la falta de comunicación con los padres, etc. Carlos comenta que su familia fue muy trabajadora y el cimiento de su familia en este aspecto fue su padre, quien fue muy trabajador, un hombre visionario y de un excelente carácter, quien le gustaban las fiestas, y su buen carácter era algo característico en él, le agradaban los días de campo y ver a su familia finida siempre. Durante el tiempo en que estaban en casa toda la familia trabajaba para el negocio, pero cuando se casaban entonces sí que les ayudaba para que la familia recién formada pudiera dedicarse así misma y apoyada en lo posible por él para fortalecerse. Recuerda que su mamá platicaba mucho con Carlos y de ella recibió mucho cariño, amor y protección. Al irse uniéndose más como novios se separaban paulatinamente del grupo con que se juntaban, y esto hizo que Carmen le cayera a más de dos personas del grupo, pero la pareja en franca dirección al matrimonio. Durante este año de novios maduraron mucho, Carmen se sintió segura, querida, contenta, muy feliz y menciona que nunca pelearon, recuerda con mucho cariño los días en que ponían el árbol de Navidad a propósito de estas fechas. Tenía un gran respeto por sus suegros que ya casados mejoraría sustancialmente. Para Carlos este año de noviazgo fue una identificación plena del uno con el otro y confirmar lo que sintió desde un principio, que Carmen era para él. Luego de este año en que Carlos tenía que ausentarse de Carmen los sábados para colaborar con la familia, sintió que ya no podía estar más separado de Carmen así que decidieron formalizar su relación, y en los próximos tres meses se dedicaron a tejer, a hacer realidad lo que tanto habían soñado, comprar las cosas para su casa y organizar la boda, y fue una locura, por el número de amigos, compañeros, familiares que veían como se cimentaba tan bonita relación, de esta manera acudieron a su boda aproximadamente cuatrocientos cincuenta invitados. Y frente al altar justo en el sacramento del matrimonio Carmen daba gracias a Dios que ese sueño tan añorado por ella se cumpliera, y ese sentimiento de tanto amor por Carlos se ha mantenido igual a lo largo de estos 23 años de matrimonio, ni más ni menos.
Ella lloró, y sus lágrimas eran de dicha y de felicidad, Carlos estaba muy nervioso. Sin embargo a pesar del gran amor que sentían el uno por el otro, en el proceso de adaptación había que adaptarse a la sobreprotección de la mamá de Carlos. De esta manera en los primeros años trabajaron los dos y convivieron mucho con la familia de Carlos, y fue entonces donde Carmen empezó a convivir con más gente.
Sin embargo cuando vivieron un tiempo con la mamá de Carmen, no había mucho qué hacer en comparación con la familia de Carlos, y éste comenta que en esto del amor y de la pareja hay que empezar a ceder por el amor que se tiene el uno por el otro. Estos años de matrimonio fueron para ellos tiempo de adaptación y crecimiento mutuo, sin embargo recuerdan tres momentos críticos en su vida de pareja: uno fue cuando teniendo Carmen 21 y Carlos 24 años de edad, su primer hijo enfermó con una alta temperatura que lo llevó a convulsionar, fueron momentos muy duros pero siempre se mantuvieron juntos, luego la muerte del papá de Carlos y luego su mamá, fueron esos momentos detonantes en que empezaron a integrarse a movimientos católicos y esto solidificó definitivamente su matrimonio. Continuará...
Espero que estas palabras nos permitan sentirlas a la luz de nuestras familias, pues decía Jesús, "No me digas que me amas, dime cómo vives". Estamos como siempre a sus órdenes en la dirección electrónica: despertar_es@live.com. Si desea compartir, cómo ha logrado mantener su familia unida a lo largo de los años, cuénteme su historia y comparta con el mundo entero, ¡Su familia exitosa! Lo invito a visitar mi blog en donde encontrará más artículos de tu interés:
