A la hora de repartir el presupuesto, la Cámara de Diputados decidió que era mejor quedar bien con la Suprema Corte de Justicia, que sólo tiene 3 mil empleados y ha registrado subejercicios, que con el Consejo de la Judicatura Federal (CJF), que maneja 35 mil plazas laborales y más de 600 tribunales.
La Cámara rebajó 6 mil millones de pesos a la solicitud presupuestal del CJF para dejarla en 27 mil 637 millones.
En términos nominales es un aumento de 2.4% respecto a 2009, pero descontando la inflación estimada de 4.5 por ciento para este año, el órgano administrativo del Poder Judicial tendrá menos recursos.
El CJF quería más de 33 mil millones para mantener la incontenible expansión de juzgados y tribunales federales, que este año esperan recibir, por primera vez, más de un millón de nuevos litigios.
A la Corte, en cambio, por primera vez en muchos años no se le redujo un solo peso de su petición presupuestal, por lo que dispondrá de 4 mil 476 millones de pesos en 2010. Es 25.6% nominal más que en 2009, y poco más de 21% en términos reales.
La Cámara pareció disculparse así con la Corte, a la que en 2009 le redujo 245 millones de pesos con relación con 2008, luego de que el máximo tribunal empezó a registrar subejercicios por los problemas para ejercer la gran cantidad de recursos asignados.
Parte del dinero de la Corte en 2010 será utilizado para financiar la Ciudad Judicial de Jalisco, un proyecto de más de mil 200 millones de pesos que no está manejando el CJF, pero que a fin de cuentas lo beneficiará.
Además, es previsible que en el curso del año el pleno de la Corte autorizará transferencias financieras al CJF, como lo ha hecho por más de una década.
En el tema de los salarios, seguirán ganando más que el Presidente únicamente los nueve ministros y cuatro consejeros que estaban en activo antes de la reforma constitucional en la materia.