Uno de nuestros próceres mexicanos es don Venustiano Carranza Garza, coahuilense, nacido en Cuatro Ciénegas, en el año de 1859.
Fue partícipe importante en nuestra guerra civil, llegando a Presidente de la Nación y promotor de la actual Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
A Carranza le tocó vivir un mundo de revolución transformadora, que se estremeció al conocerse la caída del último Zar de Rusia, Nicolás II, que abdicó para dejar el poder en manos de un Gobierno provisional, terminando por acceder al mismo el Partido Bolchevique, con Vladimir Ilich Ulianov, Lenin, a la cabeza, quien finalmente fue nombrado primer ministro de la nueva nación comunista, fuerte oponente de la potencia occidental y causal de temor por la paz.
En 1917, Arthur James Balfour, Ministro de Asuntos Externos de Inglaterra, da su beneplácito para fundar en Territorio Palestino, el Estado de Israel, que la ONU, en 1947, divide injustamente, declarándole independiente un año después, sentando las bases del conflicto internacional permanente.
En Oriente, el Imperio Chino, queda restaurado tras la derrota del presidente Sun Yat-Sen.
En América, la inestabilidad también estaba manifiesta: en abril de 1917, Puerto Rico pasa a formar parte de los Estados Unidos de Norteamérica y México vive luchas fratricidas causando muertes y pobreza.
El 16 de enero de 1917, los Estados Unidos de Norteamérica interceptan un telegrama enviado al Gobierno de México por Arthur Zimmermann, ministro alemán, por conducto de la deficiente intervención de Cándido Aguilar, yerno de Carranza, donde nos proponen abramos un frente de batalla en la frontera del país del norte y distraigamos parte de sus fuerzas para demorarles la entrada a la Guerra Mundial. Según Martín Moreno, escritor investigador contemporáneo, nuestro presidente, de inicio coqueteó con los germanos y finalmente desistió, al comprender que el apoyo ofrecido en armamento y dinero no podría ser dado, tomando en cuenta el desgaste sufrido por los alemanes.
Al terminar la Primer Guerra Mundial, ésta había causado terribles estragos en el mundo, dejando un saldo de más de cuarenta millones de muertos, entre militares y civiles.
Eran años de decisiones difíciles y las de Venustiano no eran excepción: enemistado con Madero y peleado con Villa, debió sortear dificultades hasta llegar a formular el Plan de Guadalupe, que desconocía al sanguinario Victoriano Huerta como presidente, formando el Ejército Constitucionalista.
En su momento, envió a Álvaro Obregón a enfrentar a Francisco Villa, quien termina asesinado en Chihuahua, quedando la duda si intervino, o no, en la muerte del revolucionario.
El tema, como muchos otros de nuestra Historia Nacional da para largas discusiones.
Queda en la historia, la intervención de Venustiano Carranza, para reunir al Congreso de la Unión en Querétaro, a fin de que revisaran la Constitución promulgada en 1857, que desbordó en una nueva, conocida como la Constitución de 1917, vigente hasta la fecha.
Con ideario vanguardista para la época, incluyó una parte filosófica social, que los conocedores llaman dogmática, asegurando nuestras garantías individuales.
Recuerde las dictaduras que habían atropellado a los mexicanos.
Confirma nuestro propósito por defender la libertad, libre expresión, asociación y tránsito en el territorio nacional; derecho a la educación y que ésta sea gratuita, laica y obligatoria, beneficio extendido en los últimos tiempos hasta el nivel de secundaria; y el derecho al sindicalismo, huelga y jornadas de ocho horas de trabajo diario, entre otros. Como consecuencia del pensamiento liberal y la Filosofía Política Juarista, confirma la garantía a la libertad de culto.
En el campo de la administración pública, la parte orgánica nos define República Federal y divide el poder del Estado en Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Prohíbe la reelección presidencial, legisla sobre la Reforma Agraria, declarando libre al Municipio.
Como usted puede concluir, el principio humanista de la Constitución Mexicana, prevé el cuidado al ser humano y la organización de sus instituciones.
Queda mucho camino por recorrer y tristemente existen puntos oscuros en los que no se ha avanzado e inclusive nos hemos atrasado.
Dicen que no hay mejor posición a la del que sabe lo que quiere y a donde va, caso nuestro con una normatividad clara, aunque perfectible; marca la visión de mexicanos y lo considerado justo y noble en ejercicio de la libertad y del respeto de los demás.
Esto es lo que festejamos cada cinco de febrero; sobre todo, nos deja ver un panorama claro hacia el futuro y todo aquello que nos falta por alcanzar, que sabemos es mucho, pero también lo tenemos detectado y medido por los conocedores de las materias.
Lo invito a que revise y reflexione el ideario de nuestra Constitución y, haciendo uso del derecho conferido por ella, participe en la consecución de cada uno de sus objetivos y se sume en el esfuerzo de profundizar en la calidad de vida democrática.
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