MÉXICO, DF.- La financiación ilícita de campañas electorales socava la competencia leal entre los partidos y hace que los ciudadanos se desalienten alejándose de la política, y que en última instancia pierdan la confianza y el respeto por las instituciones democráticas, sostiene un documento elaborado por la Comisión de Prevención del Delito y Justicia Penal de las Naciones Unidas.
La financiación de los partidos políticos y de las campañas electorales rara vez está reglamentada de manera adecuada, no obstante que varios de los aspectos de la corrupción política estén adecuadamente tratados por la legislación de muchos Estados, señala el texto denominado "Amenazas y tendencias en materia de corrupción en el siglo XXI".
Entre las prácticas más comunes de la corrupción política, destaca, hay una amplia gama de formas que van no sólo desde la financiación ilícita de partidos, elecciones y compra de votos, sino también hasta el tráfico de influencias por parte de políticos y funcionarios públicos electos.
El organismo de la ONU destaca que sólo en una tercera parte de los países del orbe hay reglamentaciones sobre financiación de campañas y partidos políticos, y añade que la competencia entre los partidos políticos es un componente de la democracia multipartidaria y requiere una financiación adecuada.
Expone que la transparencia es un pilar para los sistemas normativos nacionales. Ello permite que las fuentes de financiación, los importes y la índole de las contribuciones, así como las consignaciones de fondos y los gastos de partidos y campañas electorales, se divulguen en un estado de cuentas certificado, verificado por una autoridad independiente, lo cual debe ir acompañado de una legislación sobre el acceso a la información que permita también un examen pormenorizado por parte del público y de los medios de comunicación.
Al reconocer que las condiciones en que funcionan los partidos políticos han cambiado y ante la necesidad de recursos financieros para acercarse a los ciudadanos, los organismos partidistas buscan obtener fondos adicionales, en lugar de limitarse a los que están autorizados por Ley. "Algunas veces esto se realiza eludiendo las normas vigentes, recurriendo a fuentes de financiación inadmisibles o incluso a la corrupción lisa y llana", dice.
Esas prácticas se ven alentadas por la ausencia de leyes y reglamentos eficaces que rijan la financiación de los partidos, sus gastos y la transparencia del proceso político. Algunos casos recientes de financiación ilícita de partidos políticos han dado lugar a una toma de conciencia de los peligros que entraña la corrupción política, y a que se dejen oír voces que exigen regímenes reguladores más rigurosos, dice el texto que dio a conocer en el 11 Congreso de las Naciones Unidas Sobre Prevención del Delito y Justicia Penal que se celebrado en Bangkok, Tailandia.
Ante ello, el organismo mundial considera como urgente la necesidad de atender a esta situación a fin de prevenir abusos, alentar una competencia política leal, permitir que los votantes adopten decisiones informadas y fortalecer los partidos en su calidad de agentes democráticos eficaces que trabajan por el bien común.
De igual forma, menciona que los enfoques existentes de la financiación de los partidos políticos y las campañas electorales difieren considerablemente. Incluyen subsidios estatales para los candidatos y los partidos políticos, limitaciones a los gastos de las campañas y un marco normativo que garantice la transparencia de los gastos y las contribuciones, incluyendo las privadas y las entidades que están bajo el control de éstos con normas que limitan el valor de las donaciones y medidas para impedir que se sobrepasen los límites máximos establecidos.