‘Del dicho al hecho’
Frecuentemente actuamos como “chimoltrufios”, decimos una cosa y hacemos otra. Actualmente se está utilizando mucho la palabra competitivo. Competencia es un concepto que identifico como parte de una trilogía: competencia-debate-combate. Competencia: evento que debe estar bien estructurado, organizado y armónico, donde todos los participantes tienen mismos beneficios, responsabilidades y obligaciones. Supongamos una carrera atlética, todos los participantes correrán en la misma pista, a la vista de todos los expectadores, con una misma asistencia (si tiene sed, se les dará líquidos; si se cae, se le levanta, nunca dejarlo en el suelo). Al que llega a la meta se le ovaciona, al que llega al último se le aplaude y se le invita a participar en la siguiente competencia. !Qué bónito es una competencia! Debate: es la exposición y aceptación de propuestas, ideas y retos que darán estructura y legalidad a una competencia. Combate: es una lucha donde se tratará de “exterminar” al contrincante, con o sin ayuda de terceros.
Cuando a un empresario se le brinda todo tipo de facilidades para Combatir -subsidios, crédito barato, rescate bancario, favoritismos, condonación de impuestos y multas; servicios públicos a bajo costo o gratis- no se le debe llamar Competencia sino Combate, ya que esto “exterminará” a empresarios que no tienen esas ventajas, dejándolos en la ruina, incapacitados y sin ganas para una nueva competencia. Y ni quien lo levante.
Eduardo González Caldera,
Torreón, Coahuila.
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Fumadores invaden la banqueta
En Gómez Palacio, hay un bar enfrente del Seguro Social Número 10 y con eso de la Ley antitabaco no se les permite fumar dentro, hasta ahí está bien, pero los borrachitos y damas que los acompañan se salen a fumar a la banqueta.
Dando así muy mal aspecto a los transeúntes y diciéndoles a veces groserías. Por aquí es una pasada que tienen que hacer nuestras hijas porque hay diferentes escuelas por ese paso; yo quisiera saber si el dueño les puede poner un área para que fumen o de plano quitarlos de la banqueta ya que no se puede caminar por ahí y a veces hasta hay que bajarse por la carretera.
Romina Méndez del Villar,
Gómez Palacio, Durango.