Las avenidas del Río Nazas
Después de los grandes daños ocasionados en La Laguna por las extracciones del Río Nazas, tal parece que no hemos aprendido nada al respecto y que en situaciones similares a futuro, lo “normal” es que esperemos daños similares o peores; cuando que lo normal sería que el caudal o gasto extraído a las presas, circule por el lecho del río sin ocasionar daño alguno.
Pero, ¿qué sucede si el cauce natural del río es invadido por maleza, basura, escombros o construcciones no autorizadas por no estar delimitado el cauce como zona federal, en la cual no debería existir este tipo de invasiones?
¿De quién es responsabilidad el mantener libre de invasiones esa zona federal?
Esa responsabilidad es de la Comisión Nacional del Agua (CNA); institución que se ha preocupado, cuando mucho, de realizar una correcta operación de las compuertas para mantener los volúmenes de agua de las presas en niveles de seguridad, sin embargo ha descuidado por completo su responsabilidad de mantener y conservar la capacidad del cauce para que las máximas extracciones posibles no traigan daños o éstos se minimicen. Y eso que los caudales vertidos o extraídos por compuertas, distan mucho de los máximos de diseño de las presas.
Si aprendimos algo de esta y de anteriores experiencias, es que el cauce del río debe mantenerse libre de obstrucciones que reduzcan, aún más, su capacidad natural de conducción; labor que si bien debemos realizar y vigilar todos nosotros, es una responsabilidad legal de la CNA, institución que hasta ahora se ha librado de que se le apliquen responsabilidades y que no demuestra haber aprendido algo de todas estas experiencias.
En otros países, el cauce se delimita con muros de contención, malla y en algunos se ha canalizado para evitar daños en las riberas, y para permitir la construcción segura en sus márgenes de obras de beneficio colectivo como: edificios, zonas comerciales o deportivas, carreteras, viaductos, etc.
También en algunas ciudades se realizan campañas de difusión para mantener limpio el cauce; pero nada de eso se ha visto en La Laguna por parte de CNA, (aunque la IP ha hecho esfuerzos aislados al respecto).
Habría que recordar el refrán popular de: “Más sabe el diablo por viejo, que por diablo”, ¿o acaso las experiencias no deberían dejarnos mayores conocimientos? Y eso que no estamos hablando de Tabasco y sus ríos Grijalva y Carrizal. (carta resumida)
Iván Berrón López.
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