¿Divorcio del PRI-AN?
En estos días han trascendido los pormenores de una fuerte discusión en Los Pinos entre el presidente Felipe Calderón y la plana mayor del PRI. Ambos bandos se culpan de ser los responsables del incremento en la criminalidad, en especial lo relacionado con el narcotráfico.
Es un tema por demás espinoso para ambas partes (igualmente co-responsables) que quizá pudiera llevar al distanciamiento de la perversa mancuerna PRI-AN que tanto daño le ha hecho a nuestro país. Basta ver en la situación crítica en que se encuentra y el diario agravamiento que lamentablemente nadie sabe hasta dónde llegará.
Desde luego un divorcio definitivo entre quienes han gobernado (?) el país en los últimos 80 años sería lo mejor que pudiera ocurrirnos a los mexicanos. Vendría el fin de una etapa negra de la política mexicana en que ha dominado la corrupción y la impunidad, causa y origen de todos nuestros males actuales.
Sin embargo, juntos han perpetrado y solapado los más grandes crímenes contra México, sea desde la propia Presidencia de la República, como del Congreso y de algunas gubernaturas estatales que se ve difícil que lleguen a un rompimiento que los obligara a destapar toda la cloaca que mantiene a nuestro país en la mediocridad política y económica, en el atraso educativo, en la inseguridad pública y el narcotráfico (para nuestro penoso desprestigio, ya famosos internacionalmente), etc.
Pienso que nada sería más deseable en estos momentos que un rompimiento escandaloso entre estos dos partidos políticos que han tomado al país como de su propiedad exclusiva y han abusado de él amparados en unas instituciones ad-hoc para sus propósitos nada patrióticos.
Ojalá que la lucha electoral que se aproxima sea el detonante del fin de la complicidad de ambos partidos que han resultado altamente funestos para nuestro México.
Héctor Astorga Zavala,
Torreón, Coah.
