Denuncian corrupción
Quiero platicarles una historia más de corrupción de los agentes de Vialidad de la patrulla número 119 de Gómez Palacio, Durango. Los hechos ocurrieron el sábado 25 de abril de 2009, aproximadamente a las 9:00 de la noche.
Caminaba por el bulevar Sánchez Madariaga cuando vi una patrulla de Vialidad cuyos ocupantes tenían detenido al conductor de un Volkswagen color rojo, modelo atrasado, al llegar al bulevar con la calle Gregorio García en la colonia Rincón Dorado; me detuvo un joven que veía cómo hacían su “trabajo” los agentes de Vialidad y me dijo:
“Señor, espérese para que vea cómo son corruptos estos señores”, “que sepan que no estamos de acuerdo en lo que hacen, porque eso no es leventar una infracción, le están pidiendo ‘arreglarse’”.
Me detuve y uno de los agentes, block de infracciones en mano y sin afán de escribir algo en él, se encontraba fuera de la patrulla nos dijo prepotente y amenazante: ¿Qué? ¿Se les ofrece algo?
Nosotros dijimos que nada, que simplemente estábamos platicando.
Él se regresó a la patrulla y le hizo ver al otro agente que tenían testigos, el que estaba en el volante, intercambió todavía unas palabras con el conductor detenido y enseguida de forma intempestiva descendió de la patrulla y le dijo al agente que estaba afuera: “Quítale la placa”, éste lo intentó, pero no traían herramienta, entonces el agente que se bajó de la patrulla le dijo “quita la de adelante al cabo nada más aflojas una tuerca”, el otro así lo hizo y el vehículo detenido partió a toda velocidad y sin haberle entregado la infracción al conductor, los agentes se subieron a la patrulla y partieron no sin antes insultarnos por no haber podido realizar a gusto el “atraco”.
¿Cómo hacen las autoridades para contratar personal en esta delicada vertiente de la seguridad pública?
¿Acaso el único requisito para ser agente de Vialidad es tener cara de pocos amigos para obtener el empleo?
Porque créanme, todos los agentes en Gómez Palacio, Durango, están cortados por la misma tijera, con la salvedad si acaso del personal femenino recientemente contratado, porque se ve que ellas sí le ponen entusiasmo a dirigir el tráfico en los cruceros mientras que los agentes varones se pasan el tiempo agazapados en alguna sombra.
Jesús Manuel Acosta,
Gómez Palacio, Durango.
