Respuesta a Carlos Castañón sobre_‘Asamblea de Culturas’
Se publicó ayer en este diario el artículo titulado “Asamblea de Culturas”, de Carlos Castañón, donde me acusa de plagiar, en un reciente libro del mismo nombre, la obra que hace varios años editó Elisa Gutiérrez Galindo, llamada Catálogo de extranjeros. Vamos aclarando. Primer asunto: en el Archivo Municipal existen más de dos mil quinientos expedientes que pertenecen a otros tantos extranjeros, y en donde se asientan datos acerca de su procedencia, estado civil, ocupación, religión, etc. Tal información está expresada en formularios del Departamento de Migración, y fue manifestada por cada uno de los inmigrantes que arribaron a estas tierras. Por otra parte, al ser documentación pública, está al alcance de quien la quiera consultar.
Segundo asunto. Elisa Gutiérrez Galindo, a la sazón directora del Archivo Municipal, publicó en 2002 el libro mencionado, basándose en el contenido de los expedientes igualmente referidos. Repito una vez más lo que he dicho en varias ocasiones: mi respeto y admiración por el trabajo desarrollado, tanto por Elisa, como por quienes también me antecedieron en la dirección del Archivo. Aclaro aquí que ambos libros sí tienen diferencias, y profundas en cuanto al contenido (por eso preferí no hacer mención del Catálogo), pero no estoy desacreditando el trabajo anterior.
Tercer asunto. Para fundamentar su acusación de plagio, dice Castañón que Asamblea “muestra los mismos datos, pero ordenados de forma diferente” y además que “La publicación contiene prácticamente la misma información que ahora, sin pudor alguno, nos presenta como nueva”. Por supuesto que la manera de ofrecer la información es absolutamente distinta (prefiero que el lector juzgue cuál de las dos es un poco más atractiva), pero si Castañón compulsa con seriedad los dos textos, se dará cuenta que hay al menos doscientas diferencias, todas documentadas, por las cuales es un absoluto disparate hablar de plagio. Algunos ejemplos tomados del Catálogo: el Sr. Jorge Furusawa Furusawa aparece como chino y luego como japonés (pp. 167 y 665); El Sr. Jorge Jaik Chabab aparece como español y después como libanés (pp. 440 y 700); el Sr. Tomás López Alonso viene como norteamericano, siendo que es español (pp. 821 y 451). Repito: más de doscientos casos similares no aparecen en Asamblea de Culturas.
Omite Castañón que 252 páginas de Asamblea contienen varias listas, que son parte fundamental del texto. Es más: sólo esas listas son ya una diferencia sustancial. En resumen: Son bases de datos diferentes, es información ofrecida de manera diferente, eliminando de Asamblea más de doscientas casos que aparecen en el Catálogo. ¿Dónde está el plagio? Creo que el “profesional de la historia” Carlos Castañón, no comparó bien dos libros totalmente distintos. (Quien desee el inventario de las diferencias, puede solicitarlo a:
jorgerdzp@hotmail.com
Jorge Rodríguez Pardo
Director del Archivo Municipal de Torreón