Exigen resultados a partidos
Hace días, recibí de un afectuoso amigo un correo electrónico, en el cual me parecieron interesantes algunos conceptos que quiero compartir con los ciudadanos críticos y de limpia conciencia, “que creen en los espíritus pigmeos, pero también en las almas gigantes y en los soles de media noche”; y qué mejor momento para poder analizar esta propuesta en el fragor de las campañas descalificadoras de todos contra todos, y de las pobres propuestas de los candidatos en las próximas elecciones.
Se promueve en la ciudadanía una mayor participación para hacer ver a nuestros gobernantes nuestra desaprobación a su actuación. Debemos imponerles nuestra voluntad a cambio de nuestro voto en las próximas elecciones.
Si queremos que cambie nuestro país debemos hablar alto para que lo escuchen y conozcan nuestros gobernantes y sepan que nos estamos organizando para exigirles lo que queremos para México y para nosotros.
Queremos que disminuya la cantidad de diputados federales de 500 a 300 tomando en consideración lo que nos cuestan, en salarios, gastos de representación, comisiones especiales, celulares, seguridad, viajes, bonos, etc.
Queremos que disminuya la cantidad de senadores de 128 a 32, que uno represente a cada Estado de la República y que sean los de mejor preparación, porque representan los intereses de sus conciudadanos.
Que se cancelen los seguros médicos privados de los legisladores y de funcionarios públicos. Si el pueblo acude al IMSS o ISSSTE, por qué tiene que salir de nuestro dinero sus seguros privados, si así lo quieren que lo paguen de sus altísimos salarios y otras percepciones que reciben.
Que se recorte el presupuesto que reciben los partidos políticos a la mitad. Es humillante para los pobres ver el dinero que se despilfarra cuando sólo extienden la mano, y no les cuesta, y si les sobra se lo reparten como botín. Queremos que desaparezcan todos los legisladores plurinominales. No es posible que además del excesivo cuerpo legislativo, nos cuesten también los que no los elige el pueblo, para que los políticos pongan a su antojo sus sucesores de ideología o parientes y sigan siendo los partidos políticos negocio de familia, que no arriesgan nada y obtienen ganancias inimaginables. El Gobierno lo debe imponer el pueblo, no el mismo Gobierno.
Queremos tener candidatos ciudadanos independientes, que no dependan de partidos políticos, para evitar que se arrodillen ante el mandato de su partido. Queremos que se aplique el plebiscito. Queremos que los gobernantes no tengan fuero.
Ya es tiempo de imponer nuestro mandato a la clase política. Ya estamos hartos de tanto abuso. Todo tiene un límite.
(Carta resumida)
Juan Bautista Andrade Ramírez
Lerdo, Dgo.