El voto
Ante las próximas las elecciones y cuando ha venido creciendo entre los ciudadanos responsables la idea de anular su voto escribiendo en el mismo el nombre de un candidato no registrado (Juan Pueblo, Chema Nazas, etc.) los partidos han lanzado y orquestado ayudados por el IFE una campaña de desprestigio a quienes promueven la anulación llamándoles enemigos del país y las instituciones. Era de esperarse su reacción a esta corriente popular que, de cristalizarse copiosamente, hará evidente el repudio civil a los partidos y políticos que nos gobiernan.
Surge entonces, no sé si de buena fe o negociada con los partidos, la propuesta del empresario Alejandro Martí de decir a los candidatos: “mi voto por tu compromiso” y entonces los partidos ven en esta propuesta una “tablita de salvación” y firman públicamente ante notarios sus compromisos de campaña, buscando con ello que los electores les den su voto.
Sin embargo, la trampa consiste en que un notario público se limite a dar fe de los compromisos de los firmantes, pero estos documentos no tienen fuerza legal para destituirlos posteriormente en caso del no-cumplimiento. Y una vez en sus curules de poco o nada servirá el documento y seguirán legislando de acuerdo a las consignas de sus partidos. No caigamos en esa trampa. Sigamos impulsando nuestra voluntad de reprobar la actuación de los partidos y políticos votando por un candidato no registrado.
Víctor M. Morales E.
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Recomendación
Ante el anuncio de que “Reconoce Simas ser responsable de baches”, la realidad de que prácticamente todas las excavaciones que se hacen en las calles, no importa quién las tape y controle técnicamente, sean del sindicato de Simas o de la mejor constructora, una vez que llegan las lluvias, se hunden las zanjas y mientras más grandes, mayor el problema.
Dejemos a un lado la tecnología y busquemos una solución a esta problemática añeja en nuestra región y usemos un poco el sentido común, que no es tan común usarlo, buscando una solución fácil y sin costo prácticamente.
¿Qué pasa cuando llueve? las zanjas se hunden, entonces ¿por qué al terminar de rellenar las zanjas no las inundamos para que se bajen de una vez por todas? Si así se hace, los hundimientos ya no se van a presentar y se puede colocar la base y bachear y repavimentar con la seguridad de que lo que ocurre actualmente ya no va a ocurrir.
Es un sistema antiguo, fuera de normas, pero efectivo y probado por su servidor.
Espero que esta sugerencia le sea útil a alguien y ya no se presenten los temidos hundimientos de zanjas nuevas en época de lluvia.
Juan Adolfo von Bertrab Peters