El servicio de limpieza ¿muncipalizarlo o que siga privatizado?
El crecimiento demográfico e industrial del país y las costumbres de la población provocan que se generen más de 80 mil toneladas diarias (en Torreón 750 toneladas) de residuos cuya recolección, tratamiento y disposición final constituyen un reto, difícil de enfrentar.
Las prácticas inapropiadas en el tratamiento de los residuos sólidos crean riesgos para la salud, provocan mal aspecto y disminuyen las oportunidades para la conservación, la reutilización y el reciclaje de los materiales.
En México tradicionalmente los costos de recolección de desperdicios sólidos son absorbidos por el presupuesto del Departamento de Servicios Sanitarios, para el caso de Torreón, Dirección del Medio Ambiente o Servicios Públicos Municipales que depende del presupuesto municipal y éste, en una gran proporción, del estado.
Generalmente, los usuarios del servicio no pagan cuota directa, lo que ocasiona que las finanzas públicas sean insuficientes para sufragar los costos asociados y, por tanto, que el servicio no se otorgue con la calidad y oportunidad requerida.
En las últimas cuatro décadas la generación de residuos en México ha aumentado más de nueve veces y su composición los ha vuelto más difíciles de manejar. Para abatir este problema que amenaza con rebasar la capacidad de muchos municipios, es necesario incrementar la eficiencia y capacidad del servicio, aplicando tecnologías adecuadas para la recolección, disposición y construcción de sitios de disposición final.
En 1994, el servicio de limpieza de Torreón, se privatizó y se adjudicó a PASA. Es necesario reflexionar que si se municipaliza el servicio o continúa privatizado, debe disminuirse la carga financiera que representa el manejo de los desechos sólidos para el municipio de Torreón.
Es imperativo que siendo Torreón la vigésima cuarta economía del país dentro de 150 municipios principales por su aportación al (PIB) nacional el manejo de los residuos sea cada vez más profesional y permanente, pudiendo participar una o más empresas en esta tarea sin estar sujeto a cambios caprichosos y ambivalentes de autoridades municipales (alcalde) en turno, como es el caso actual de Torreón. Debemos disminuir los impactos negativos que el manejo de los desechos sólidos produce y tenemos que incrementar las posibilidades de hacer un uso más racional de estos recursos.
Fernando Castañeda Limones