Las charolas de invernadero
Debemos hartarnos también de criticar lo criticable sin proponer soluciones y sin ser parte de estas soluciones; debemos participar en propuestas y actividades reales que persigan objetivos razonables y que nuestros legisladores cuenten con ideas y soluciones que proponer y que perseguir.
Me anoto con la siguiente, bueno sería que en la azotea de nuestras casas se produjeran hortalizas por el sistema “charolas de invernadero” esto aparte de ayudar a nuestra economía y alimentación, ocuparíamos ratos de ocio que tanto mal le hace a niños y jóvenes, sería divertido e interesante y también remunerativo, ayudaría a que la casa no fuera tan caliente ni tan fría aportaría área verde, oxígeno y tal vez reduciría la delincuencia, de pasada se producirían menos toneladas de basura, pues el material orgánico se usaría para fertilizar, por supuesto se requiere primeramente algo de tecnología, capacitación y una inversión, allí es donde se pueden establecer programas, microcréditos a tasa preferencial vía Banco Mundial por ser mitigación ecológica, para el retorno de la inversión, que ciertamente es menor al costo de una televisión de plasma y que muchos hogares modestos ya tienen.
Entonces vendría un llamado a educación pública a instituciones de salud, por supuesto a medios de difusión para generar conciencia de que esto no sería un gasto sino una inversión productiva y hermosa.
Así pues, va un llamado a los felices nuevos legisladores para que pasen a la historia como los promotores de esta trascendente iniciativa y en la que todos participemos.
Arturo P. Salas Juárez,
Torreón, Coahuila.
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Juegan carreras en avenida
Los rondines de vigilancia de las patrullas en la colonia Filadelfia en Gómez Palacio resultan insuficientes los fines de semana ya que los jóvenes manejan a exceso de velocidad durante la madrugada.
Principalmente en la avenida Universidad que es usada para arrancones por parte de los jóvenes que bajo el influjo del alcohol ponen en peligro a los vecinos, transeúntes así como los autos que permanecen estacionados afuera de sus domicilios.
En varias ocasiones hemos visto cómo los jóvenes apenas alcanzan a frenar al llegar a la avenida Filadelfia ya que parten por avenida Universidad desde el comienzo de la Deportiva y ante la ausencia de vigilancia hacen suya la calle como pista de carreras y en más de tres ocasiones han resultado dañados nuestros autos con golpes y asumimos los costos pues desconocemos quiénes hayan podido ser, ni a quién recurrir a esas horas.
Sin embargo, hay que reconocer que la Policía siempre hace su labor, pero no logra abatir esta práctica tan peligrosa de correr los autos a grandes velocidades, así como tampoco inhibe las pintas que proliferan en las paredes de nuestra colonia.
Sociedad de colonos,
Gómez Palacio, Durango.
