Piden agua desde Los Ángeles, California
Gracias por darme la oportunidad de poner esta denuncia, yo acabo de regresar de vacaciones de mi cuidad que es Torreón, yo radico en Los Ángeles, California, y es una vergüenza que cada año que voy de vacaciones a Torreón, Coahuila, no tenga agua ni para bañarnos, al igual que el año pasado me tuve que regresar con mi ropa sucia pues ni para lavar llegaba el agua.
Por eso en lugar de andar gastando en tantos puentes por qué mejor no arreglan ese problema que es más importante que cualquier puente, ya que es un líquido que no debe faltar en ningún hogar.
Espero que para el próximo año que regrese ya tengamos aunque sea para bañarnos.
Gracias y espero que me hagan un poco de caso.
Elisa González de Rentería,
Los Ángeles, California.
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Hacen llamado a diputados electos
Este es un llamado a los nuevos diputados: utopía significa un ideal perfecto que parece inalcanzable, esta palabra fue inventada por Tomás Moro, hombre santo e ilustre abogado, de Inglaterra en el siglo quince. Fue canciller del reino y puso las bases para equilibrar el poder el rey y las necesidades del pueblo a través de un parlamento, situación ideal que persiguió y llevó a la convivencia de progreso del monarca y su pueblo. Este hombre persiguió sus convicciones utópicas a tal punto que hoy en día son una realidad palpable.
Lo anterior en alusión a nuestros nuevos legisladores que en entrevistas públicas se muestran satisfechos y explican las fallas de los vencidos. Pero no dan señales, de qué es lo que harán en la función pública, no expresan más que buenos deseos y en su muy escaso entender no dan señales de humildad por haber sido los “menos peores” y balbucean algunas desarticuladas ideas y sin recato alguno se exhiben con la cabeza hueca. En sus aburridas entrevistas nunca dicen algo congruente y sustancial, con Cantinflas era divertido, pero en ellos es trágico.
¡Qué barbaridad! Que alguien los capacite, probablemente el peluquero o el bolero tengan mejor idea de algunas buenas propuestas. Señores súbanse a un taxi para que aprendan algo, por amor de Dios, no saben en qué va a consistir su trabajo. Un llamado a los jefes de partido para que les den un intensivo curso de con qué se come y para qué sirve el puesto.
Si nos vamos esperar al término de su período, para que medio aprendan, pues pobre de nuestra nación ya deben bajar de la nube del triunfo, ahora pues a prepararse y perseguir ideales y propuestas estructuradas aunque sean utópicas.
¡No sean infames! Millones de mexicanos andamos sudando la gota gorda para sacar “el chivo” y ustedes felices, montados en el carro de la soberbia y desgraciadamente también en el de la ignorancia.
Arturo P. Salas Juárez,
Torreón, Coahuila.
