Caos vial por reparto a domicilio de comida rápida
La competencia entre los restaurantes de comida rápida que tienen reparto a domicilio implica que las motocicletas repartidoras tomen la ciudad como pista de carreras. Los adolescentes que tripulan estos ligeros vehículos dan rienda suelta a su temeridad y adrenalina no sólo con la complacencia de sus patrones sino con la exigencia de los mismos para repartir la mayor cantidad de pedidos en un tiempo récord, ofreciéndole al cliente regalarle el producto en caso de no recibirlo en un cortísimo tiempo.
“El fin justifica los medios”, podrán decir ellos para vender su producto exponiendo no sólo a los muchachos motociclistas sino a los peatones por una parte, pero también a cargar los automovilistas con un accidente por la imprudencia y velocidad de los jóvenes; desde luego el que lleva la peor parte es el chofer del vehículo ligero, pero también el automovilista, tenga o no tenga la culpa, se arriesga a recibir una fuerte multa o hasta una pena corporal en caso de muerte del muchacho.
Por todo esto, ya tienen los taxistas quien les gane a cometer infracciones y las autoridades viales a seguir fomentando el disimulo, ya que los jóvenes motociclistas repartidores no representan ningún atractivo económico, pero sí una presa difícil de alcanzar.
En fin, los jóvenes que son contratados para repartir comida rápida tal parece que el principal examen que deben pasar es el de temeridad, ya que esperan que la capacitación la adquieran corriendo por las calles.
Jesús Humberto Orduña Rodríguez,
Comarca Lagunera.
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¿Y las tenencias ‘apá?
Estimados señores escribo este texto para comentar el acierto del gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, al autorizar la devolución del 50 por ciento del famoso Impuesto Sobre Automóviles Nuevos (ISAN) y reducir considerablemente los pagos de tenencias de los años 2009, 2010 y 2011.
Pero se les ha olvidado a las autoridades motivar el pago a morosos de tenencias de modelos anteriores y si analizan su padrón vehicular somos miles de automovilistas con atrasos.
Ojalá también nos descontaran igual. Agradezco su atención.
Roberto Molina Martínez,
Torreón, Coahuila.
