"Fundamentalmente vamos a combatir la pobreza."
Francisco Rojas
La designación de Francisco Rojas como coordinador de los diputados del PRI parece condenar al país a una nueva parálisis. El exdirector de Pemex ha sido uno de los principales enemigos de una reforma de fondo de la industria petrolera. Si añadimos la resistencia del PRI, expresada por la presidenta nacional del partido Beatriz Paredes, a aplicar una reforma fiscal que aplique el IVA a todos los productos y servicios, el resultado es que seguiremos viendo más de lo mismo a lo largo de los próximos tres años.
Rojas mantiene una de las posiciones más conservadoras dentro del PRI en materia petrolera. Incluso la moderada propuesta de reforma del presidente Calderón fue cuestionada como privatizadora por el actual dirigente de los diputados priistas. A Rojas le debemos, por otra parte, que se haya echado para atrás la iniciativa de permitir la inversión privada en refinación, lo cual habría permitido concentrar los escasos recursos que le quedan a Pemex tras el saqueo de Hacienda para invertir en crudo, una actividad mucho más rentable que la refinación. Sin este obstáculo, quizá estaríamos viendo ya hoy inversiones en varias refinerías en territorio nacional. En lugar de eso tenemos que esperar un triste intento de Pemex por construir una sola refinería. Estamos condenados a seguir importando gasolina.
Rojas me comentaba ayer que los priistas en la nueva legislatura "fundamentalmente vamos a combatir la pobreza". La declaración es impecable en lo abstracto. No hay problema mayor en el país que la pobreza, la cual se mantiene persistente después de ocho décadas de gobiernos priistas y panistas. Otros países del mundo, mientras tanto, han venido de atrás para superar ampliamente a México.
Para combatir la pobreza Rojas sostiene que los priistas impulsarán dos estrategias, una de corto y otra de largo plazo. La primera incluye la creación de empleo; la segunda, una serie de acciones destinadas a "fortalecer el mercado interno" y un impulso a una "política industrial". El término "política industrial" se ha usado tradicionalmente para designar las estrategias de planificación central de la economía. Con estas medidas una burocracia central pretende ir en contra de las leyes del mercado para promover industrias aunque no sean competitivas. Los monopolios estatales son la punta de lanza en estos esfuerzos. El nuevo dirigente de los diputados priistas busca regresarnos así a los tiempos dorados de Luis Echeverría y José López Portillo.
Lo paradójico es que políticos como Andrés Manuel López Obrador afirman que, con la llegada de Rojas a la coordinación de la bancada priista, Carlos Salinas de Gortari asume de facto la Presidencia de la República. Si lo que quiere deir es que Rojas asume su nueva responsabilidad con un ánimo liberalizador o privatizador, sólo puede concluirse que no ha escuchado ni leído las opiniones de Rojas, quien es tan conservador como él.
Si no podemos esperar una verdadera reforma energética que aumente la inversión, y una reforma fiscal que promueva la competitividad, las posibilidades de combatir con éxito la pobreza se vuelven mínimas. Dar mayores poderes de planificación económica a un grupo de burócratas no resuelve el problema de la falta de inversión.
No me preocupa que Rojas sea amigo de Salinas de Gortari o aliado de Beatriz Paredes. Mi inquietud es si realmente comprende las medidas que se requieren para construir un México más competitivo y combatir la pobreza. Hasta este momento no veo ese entendimiento.
Eduardo Andere, especialista en temas educativos, advierte que concursar 20 mil plazas docentes de las más de un millón del sistema público de instrucción es darnos atole con el dedo. Pasarán 50 años para que se pueda renovar así toda la plantilla de maestros. Pero además los concursos no se están aplicando a los puestos de escalafón, que siguen repartiéndose de manera discrecional entre la SEP y el SNTE.