El español Sergio Cerezos dio una faena excelsa con la muleta y el capote pero, para su mala fortuna, no pudo hacerle daño con el acero a su enemigo, por lo que se fue en blanco, mientras el regiomontano Jesús Garza cortó un apéndice, durante la Novillada Nocturna. (Fotografía de Fernando Compeán)
Ciudad lerdo, dgo.- El regiomontano Jesús Garza cortó la única oreja y se convirtió en el triunfador de la novillada efectuada anoche en la romántica Plaza de Toros Salvador Barrera de esta ciudad, escenario que lució una escasa entrada de público, quizá debido al día y horario en que se programó el cartel.
Garza, cuarto espada del festejo nocturno, ataviado con un terno en verde manzana y negro, lidió a "Cachetón'', ejemplar marcado con el número 106 y un peso de 378 kilos. El regio logró conectarse con el novillo e hilvanó una buena faena, con tandas preferentemente por su costado derecho, donde se acomodó mejor para la faena y sacó gran provecho al ejemplar.
Fue el de Garza un toreo alegre, donde buscó en todo momento la cara del toro y lo llevó paso a paso hasta realizar los méritos necesarios para ser premiado con la oreja. Coronó con una certera estocada que le valió ser premiado con una oreja y el reconocimiento del público presente.
El español Sergio Cerezos, segundo espada, mostró extraordinarios avances en su proceso de formación en los ruedos, el cual ha llevado a cabo durante el último año en tierras mexicanas y su natal España.
El ibérico dejó ver extraordinarias cualidades técnicas, gusto por el buen toreo y un valor a toda prueba, al plantarse frente a las astas del novillo y arrancar con su desempeño los aplausos al público.
Vestido con un terno en durazno y oro, recibió de rodillas a "Ciruelo'', ejemplar con un tonelaje de 380 kilogramos, al que le impuso varios pases de primer nivel, con gran clase, alegría y de una fina estampa torera.
Con la muleta el español mostró aún mucha clase y hechuras, al hilvanar una tras otra series de quites por su costado derecho e izquierdo, en una muestra del perfecto entendimiento con el astado.
Todo estaba listo para coronar la gran faena al menos con un par de orejas, pero el mal de Cerezos en los recientes festejos apareció, ya que en su primer intento con la espada hundió el metal casi por completo pero sin el efecto deseado y después pinchó en dos ocasiones, para finalmente acabar con su novillo hasta el cuarto intento, luego de hundir la espada hasta la empuñadura. Como premio a su esfuerzo y trabajo, salió al tercio.
El regiomontano Fernando Cantú, azul celeste y pasamanería en negro, lidió a "El Poli'', ejemplar marcado con el número 100 y un tonelaje de 369 kilos, al cual le marcó varios pases de buena trayectoria con el capote, para después lucirse con dos excelentes pares de banderillas.
La mayor parte del trabajo lo hizo por su costado derecho, con pases un tanto descompuestos al no mantener una posición fija y quedarse alejado del novillo. Pese a haber terminado su faena con una certera estocada, pasó inadvertida su actuación el zacatecano Miguel Jaen, primer espada del cartel, ataviado con traje avellana, lidió a "Pedro Lalo'', marcado con el número 24 y 340 kilos de peso, simplemente nunca se acomodó y realizó absolutamente toda su faena por el costado derecho, donde por momentos logró hilvanar buenos pases, aunque sin la continuidad deseada.