Descalificación. El subsecretario de Educación Superior, Rodolfo Tuirán, descalificó las evaluaciones que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) realizó a los fondos extraordinarios de las universidades públicas, al asegurar que no contaron con la información necesaria. ARCHIVO
La SEP canaliza miles de millones de pesos a las universidades públicas del país sin conocer su destino y sin que se pida rendición de cuentas.
Además de los presupuestos anuales a esas instituciones -que en 2009 sumaron 79 mil 602 millones de pesos, desde 2007, la Cámara de Diputados ha aprobado un acumulado de 16 mil 612.8 millones de pesos en seis fondos de apoyo para atender distintas problemáticas que enfrentan.
Dichos recursos se destinan, en teoría, a ampliación de matrícula, reformas estructurales, reconocimiento a profesores, saneamiento financiero, consolidación de universidades y a cerrar la brecha de subsidio entre las que menos dinero obtienen por alumno.
Sin embargo, de acuerdo con las evaluaciones de desempeño hechas por el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), estos seis fondos no cuentan con evaluaciones externas, se desconoce el impacto que han tenido y carecen de seguimiento.
El Consejo señala que algunos lineamientos de operación de dichos fondos tienen deficiencias desde su concepción, pues no es posible conocer las metas, los beneficiarios por universidad, ni el proceso de mejora en los últimos tres años.
Uno de ellos, es el Fondo para el Incremento de la Matrícula en Educación Superior de las Universidades Públicas Estatales y con Apoyo Solidario, que opera desde 2007 y cuenta con mil millones de pesos al año.
Según la evaluación, dicho programa no cuenta con estudios de impacto o de seguimiento a los beneficiarios. Además, se desconoce cuántos alumnos tenían las universidades antes de recibir el apoyo, y cuántos después.
El subsecretario de Educación Superior, Rodolfo Tuirán, calificó de aberrante la evaluación del Coneval.
"Las evaluaciones no sirven para nada. Resultan poco útiles. Es un evaluador que de pronto se queda pasmado: espera recibir una información que no obtiene y, en consecuencia, su evaluación es que resulta muy difícil evaluar el programa porque no tiene la información que necesita.
"Eso me parece que es una auténtica aberración como procedimiento", dijo en entrevista.
De acuerdo con la ANUIES, la revisión de cómo gastan los presupuestos anuales está a cargo de la Auditoría Superior de la Federación, de auditorías externas, de los estados y de contralorías locales, pero en esas revisiones no se incluyen los seis fondos de apoyo.
